El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, puso en valor este miércoles la gestión que lleva a cabo el Ejecutivo autonómico de los Montes de Utilidad Pública de la Comunidad, que según indicó generan unos ingresos en torno a los 40 millones de euros al año para los ayuntamientos. Así lo indicó en Alfoz de Santa Gadea (Burgos), durante su visita a los tratamientos selvícolas y mejoras ganaderas del monte Hijedo, ubicado entre las provincias de Burgos y Cantabria.
ICAL. En declaraciones a los medios, el consejero destacó la importancia del Monte Hijedo, un robledal “de los más importantes que hay en España” junto a Muniellos en Asturias y un tercero ubicado en Navarra. “Es una masa de roble que comparten Burgos y Santander, unas 3.500 hectáreas, de las cuales 1.650 están en el territorio de Castilla y León”, indicó Suárez-Quiñones, que recordó que dos terceras partes se encuentran en Alfoz de Santa Gadea.
En este punto, Suárez-Quiñones recordó que fue a partir de los años 50 del siglo pasado cuando este monte comenzó a gestionarse “de forma razonable y aceptable”, y con la Junta de Castilla y León esta gestión pasó a llevarse a cabo a través de un sistema “planificado y perfectamente controlado”. Esto permitió que hoy esté “recuperando” su riqueza y esa “característica especial” que tiene como robledal.
El consejero explicó que la Junta aplica su sistema de gestión forestal sostenible, que permite “aprovechar conservando”, de forma que los propietarios pueden realizar trabajos en el monte y obtener una rentabilidad, a la vez que garantizan la regeneración del mismo. Suárez-Quiñones explicó que la Junta y el municipio responsable de la gestión, en este caso Alfoz de Santa Gadea, gestionan de forma conjunta este monte a través de un documento de planificación “que determina qué es lo que hay que hacer, cómo hacerlo, dónde y cuándo”. “Bajo la vigilancia de los agentes medioambientales, permite obtener un rendimiento para los municipios y permite conservarlo mejorando e incrementando la potencia de su masa forestal”, añade el consejero.
Puso en valor así este modelo de gestión forestal sostenible, certificado por la Junta y que en el conjunto de la Comunidad el valor de los aprovechamientos forestales de los 3.548 Montes de Utilidad Pública-que suponen unas 1, 8 millones de hectáreas- permiten unos ingresos de 40 millones de euros al año, que repercuten en los ayuntamientos propietarios. En el caso de Burgos, la cifra es de 668 Montes de Utilidad Pública, más de 300.000 hectáreas que generan en torno a 7 millones de euros al año a favor de los municipios.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio se refirió en su visita también al mantenimiento de pastizales mediante desbroces, un sistema “responsable” ayudado por “numerosas subvenciones que da la Junta de Castilla y León a través del Plan de Desarrollo Rural 2013-2020, y ahora a través del nuevo Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PEPAC) 2021-2027”, según recordó el consejero.
Indicó así que, durante el periodo 2014-2020, se dieron en esta Comunidad cerca de 30 millones de euros en ayudas y subvenciones para desbroces, y permitir así “la regeneración de los pastos al margen y fuera del uso del fuego”. Suárez-Quiñones destacó que esto ha permitido actuar en más de 35.000 hectáreas de pastos, que son “muy relevantes” para la ganadería de esta región, y permiten además una “mejor defensa” contra los incendios. Asimismo, el PEPAC prevé dar continuidad a este programa de ayudas silvopastorales con una convocatoria el año 2025 de 10 millones de euros.
El consejero finalizó su intervención recordando la importancia de mantener la gestión forestal sostenible que “caracteriza” a Castilla y León, y recordó que los montes “cada vez son mayores, tienen más riqueza y generan más ingresos a los ayuntamientos que los albergan”.