Este sábado 17 de agosto, la Plaza Mayor de Salamanca fue el escenario de una manifestación organizada por la comunidad venezolana en respaldo a la líder opositora María Corina Machado y al candidato presidencial Edmundo González Urrutia. Los asistentes se sumaron a una protesta mundial que se replica en decenas de ciudades, desde Madrid hasta Buenos Aires, con el propósito de denunciar el fraude electoral que, según la oposición, mantuvo a Nicolás Maduro en el poder tras las elecciones del 28 de julio.
La convocatoria global, impulsada por Machado, busca no solo exigir el reconocimiento del supuesto triunfo de González Urrutia, sino también visibilizar la resistencia del pueblo venezolano ante un régimen que ha cerrado las puertas a la democracia. La oposición afirma que las actas publicadas demuestran que González Urrutia obtuvo la mayoría de los votos, en contraste con el resultado oficial anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que otorgó la victoria a Maduro.
En Salamanca, la concentración se perfila como un punto de encuentro para la diáspora venezolana, una comunidad unida por el anhelo de recuperar la libertad y la justicia en su país. Los organizadores han hecho un llamado a los participantes para que acudan con copias de las actas de votación de sus centros electorales, un acto simbólico que pretende reafirmar la legitimidad de la oposición y desmentir las acusaciones de fraude por parte del gobierno.
En Venezuela, el ambiente se ha vuelto más tenso a medida que el régimen de Maduro intensifica la represión. En los últimos días, se han registrado detenciones arbitrarias, bloqueos a redes sociales y amenazas constantes contra activistas y dirigentes opositores. Mientras tanto, en el plano internacional, líderes como Lula da Silva y Gustavo Petro han sugerido una repetición de los comicios como solución a la crisis, una propuesta que ha sido firmemente rechazada por María Corina Machado y González Urrutia, quienes consideran que ya ganaron y que nuevas elecciones solo legitimarían el fraude.
El evento en Salamanca reflejó la importancia de la diáspora venezolana en la lucha por la restauración de la democracia en su país. La comunidad en España, una de las más numerosas de Europa, se ha destacado por su compromiso en visibilizar la crisis venezolana y apoyar los esfuerzos de la oposición desde el exterior. Las manifestaciones programadas en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia subrayan la magnitud de esta jornada global, en la que se espera una gran afluencia de participantes.
Un aspecto central de esta movilización es la exhibición de las actas electorales, un acto que tiene como objetivo mostrar al mundo la supuesta evidencia de la victoria de González Urrutia. Este gesto desafía directamente la narrativa oficial del régimen venezolano y refuerza la exigencia de respeto a la voluntad popular.
En el ámbito internacional, la postura frente a la crisis en Venezuela sigue dividida. Mientras Estados Unidos mantiene su respaldo a González Urrutia, la Unión Europea ha expresado su preocupación por la represión y las violaciones a los derechos humanos. Entretanto, organismos internacionales continúan documentando los abusos cometidos por el gobierno de Maduro, desde la censura a medios de comunicación hasta la persecución de opositores.
La concentración en Salamanca se sumó así a una serie de protestas coordinadas en más de 100 ciudades alrededor del mundo, en un esfuerzo conjunto por denunciar la manipulación electoral y exigir justicia. Desde Toronto hasta Santiago de Chile, la diáspora venezolana demuestra que su compromiso con la libertad trasciende fronteras.
En la Plaza Mayor, los venezolanos de Salamanca dejaron claro que la lucha por la democracia sigue viva y que no cesarán hasta que se respete la voluntad popular. Para ellos, esta manifestación no es solo una protesta, sino un acto de esperanza y un llamado urgente a la comunidad internacional para que no deje que la democracia en Venezuela muera en la oscuridad.
Imagen. Pablo de la Peña.
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