Monbus y su relación con Feijóo y los juzgados

La empresa gallega Monbus, el segundo transportista de pasajeros de España que acaba de recibir la concesión de la línea de autobús entre Salamanca y Madrid tras la espantada de Avanza Bus, protagoniza una trayectoria de éxito cuestionada por sus polémicas relaciones con los políticos de quienes dependen las concesiones de rutas, sobre todo de la Xunta de Galicia, y con permanentes visitas a los juzgados.

El grupo lucense se gastó casi medio millón de euros en regalos para políticos y altos funcionarios de toda España entre 2006 y 2014. La Justicia no apreció delito en estas conductas descubiertas en el transcurso de la investigación del llamado ‘Caso Cóndor’ y la causa quedó archivada (no llegó a juzgarse) en marzo de 2017, tal como habían pronosticado previamente tanto Raúl López, presidente del grupo de transporte, y Feijóo cuando les preguntaban por estos hechos.

Dos años después, el grupo Monbus estableció un código ético en el que afirma que «cuenta con una política de tolerancia cero a la corrupción. El Código Ético y de Conducta incluye un amplio apartado en el que se analizan situaciones concretas y toma medidas estrictas en materia de regalos e invitaciones, actividades políticas o asociativas, cobros y pagos en efectivo, conflictos de interés o publicidad engañosa, entre muchas otras».

De esa cantidad destinada a agasajar a los políticos, casi 400.000 euros eran botellas de vino, la mayor parte de ellas de Vega Sicilia, que en algunos casos llegaban a costar hasta 878 euros la botella.

La lista de invitados la encabezaba el entonces presidente de la Xunta y actualmente presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo y su entonces número dos y hoy presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, hasta el exministro de Fomento José Blanco, el senador del PP José Manuel Barreiro, y la diputada popular y expresidenta del Parlamento gallego Pilar Rojo. En el centenar de nombres se incluyen los expresidentes de Aena –Juan Ignacio Lema– y Renfe –Teófilo Serrano–, y el expresidente y exvicepresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño (PSOE) y Anxo Quintana (BNG), pero también alcaldes, presidentes de Diputación, funcionarios de ministerios, consejerías autonómicas y ayuntamientos.

Las cajas se recibieron en el domicilio particular del presidente gallego en Vigo (su hermana recogió al menos un paquete y su madre otro), pero la Xunta dijo entonces que el vino se destinó a usos «protocolarios”.

Núñez Feijóo, como presidente de la Xunta, recibió 4 botellas de Vega Sicilia en 2010 y en los años 2011, 2012, 2013 tres botellas cada uno de ellos. El valor total de esos regalos navideños ascendía a 2.327 euros.

Los datos constan en informes de Hacienda, en los que se indica que Monbus recibió adjudicaciones públicas millonarias.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) archivó en marzo de 2017 las actuaciones del llamado ‘Caso Vega Sicilia’ relativas a regalos recibidos de Monbus por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Rueda, al «no ser» los hechos «constitutivos de delito». Un desenlace que los implicados esperaban desde el principio.

La decisión del TSXG se produjo solo unos días después de que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo rechazase también la existencia de delito de cohecho impropio en el eurodiputado del PSOE José Blanco y los senadores del PP José Manuel Barreiro (portavoz del Grupo Popular en el Senado) y Juan Antonio de las Heras por el hecho de que fueran destinatarios de regalos navideños (botellas de vino) por parte del presidente del Grupo Monbus, Raúl López.

Los documentos de la Agencia Tributaria detallan que Feijóo comenzó a recibir esos regalos —que la juez no tenía constancia de que hayan sido devueltos— en 2008, un año antes de convertirse en presidente de la Xunta. Esas navidades Raúl López le remitió una caja de 11 kilos de peso presumiblemente con vino, pero de la que la documentación incautada no permite detallar contenido ni valor. El año siguiente, cuando ya estaba al frente del Gobierno gallego, recibió otra caja de un peso algo inferior (9,48 kilos), y es a partir de 2010 cuando las investigaciones permiten conocer el interior de los paquetes.

El 21 de diciembre de 2010 se le entregó un lote con cuatro botellas de Vega Sicilia Único valorado en 670 euros. El valor de los envíos asciende los años siguientes a 517,55 euros (2011, recogido por una sobrina de Feijóo), 539,85 (2012, recogido por la madre del presidente, Sira Clara Feijóo) y 599,68 (2013, recogido por la mujer de nacionalidad peruana C.R.U.S., de la que se desconoce su relación con el destinatario), según informó y documentó El Confidencial.

Alfonso Rueda comenzó a recibir los regalos en 2009, año en que fue nombrado consejero de Presidencia, aunque de ese envío solo consta el peso (4,9 kilos) y que, como era costumbre en Raúl López, se le remitió a su domicilio particular. En las cuatro navidades siguientes le llegaron exactamente los mismos regalos que a Feijóo.

En 2008 José Blanco, un año antes de ser nombrado ministro de Fomento del Gobierno de Zapatero, recibió en la sede del PSdeG en Santiago un lote de 14 kilos que Vigilancia Aduanera considera que se corresponde con los siguientes productos: una botella de Vega Sicilia, cosecha de 1998 (124,4 euros), Flor de Petrus (124,24), Albariño Terras Gaudas Etiqueta Negra (25,84), Rioja Remelluri (25.05) y Mauro San Román (17,85). En 2009 el regalo no fue entregado por causas que no se explican, pero sí en 2010 y 2011: en ambos casos, cuatro botellas de Vega Sicilia Único y cuatro de Alión, cuyo valor asciende a 858,33 euros, remitidos a su domicilio particular. En 2012 se le envió un lote algo inferior (684,99 euros) que fue devuelto por Blanco, lo mismo que en 2013.

Mientras estuvieron al frente del Gobierno gallego, el expresidente socialista Emilio Pérez Touriño y el exvicepresidente Anxo Quintana, del BNG, también recibieron los regalos del magnate del transporte. Touriño en dos ocasiones (2008 y 2009), con paquetes de 14 y de 1,4 kilos, respectivamente. Quintana solo en 2008: un lote de 11 kilos remitido a su domicilio particular en Allariz (Ourense). Tras ser apeados de la Xunta en las elecciones de 2009, ambos perdieron su interés para Raúl López, que no los volvió a incluir en sus listados de agasajados, detalla El Confidencial.

Caso Cóndor

El juzgado de Instrucción número 1 de Lugo cerró en abril de 2022 la instrucción de la denominada Operación Cóndor y decretó que la causa se siguiera (aún está activo) contra ocho personas, entre ellas el dueño de Monbus, y dos empresas –Transportes la Unión y Viajes Fisterra (Interrías)– por si los hechos que se les imputan fuesen constitutivos de delitos de falsedad contable, contra la hacienda pública y blanqueo de capitales.

El magistrado del juzgado de instrucción número 1 de Lugo, Joaquín Brage, considera que el empresario llegó a un pacto con la empresa Viajes Fisterra para que contratara a Transportes La Unión, empresa vinculada a Monbus, para el traslado en excursiones. Los viajeros pagarían esos transportes en efectivo y sin billete.

En el auto judicial se relata como, a consecuencia del acuerdo, se creó “una caja b, absteniéndose ambas sociedades y sus gestores, de forma consciente y deliberada, de declarar parte substancial de tales ingresos ante la Agencia Tributaria, ni por el Impuesto de Sociedades ni por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), como era obligado, así como de incluirlos en su contabilidad”. La cuota supuestamente defraudada por Transportes La Unión (Monbus) ascendería a más de 1,1 millones de euros en el Impuesto de Sociedades entre 2008 y 2013.

Monbus reiteró su inocencia tras esta decisión judicial. «Ahora sale esto, años después de que ocurriera todo, y siguen insistiendo en una acusación que no se sostiene. Nosotros no hemos hecho nada ilegal, y este proceso acabará en un archivo, como acabó la de Orozco y todas las demás», sentenciaron desde la sección de comunicación de Monbus. El caso sigue abierto “pendiente aún de que se resuelva el recurso de apelación” del dueño de Monbus.

Este caso es una pieza separada de la Operación Pokémon, nacida en el año 2013, y que es, hasta ahora, la mayor trama de corrupción destapada en Galicia, consistente en la concesión de contratos de asistencia a las administraciones públicas, como a la limpieza, al mantenimiento de colegios, a la asistencia social o al cobro de aparcamientos públicos a empresas del grupo madrileño Véndex por parte de administraciones públicas gallegas a cambio de sobornos. La pieza principal del caso se cerró el pasado mes de junio (sí, de 2024) con penas rebajadas para los 11 procesados, tras llegar a acuerdos de conformidad con el fiscal.

Pleito por el reparto de rutas

Pero en su larga trayectoria para dominar el sector del transporte de viajeros por carretera Monbus ha tenido otros encontronazos. El último, en octubre de 2023 el Tribunal Supremo rechazó los recursos que interpusieron la Xunta, Alsa y Monbus contra la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que dictaminó que que estas dos empresas se habían repartido el mercado y ordenó al órgano gallego de Competencia, que desoyó las denuncias de sindicatos y otras empresas de transporte, imponer una sanción.

Lo que señala esa sentencia es que Alsa (ahora en manos de inversores británicos) y Monbús evitaban competir entre ellas en los concursos para adjudicar las rutas de transporte de viajeros por carretera para repartirse el mercado.

Monbus reaccionó manifestando que “si bien es cierto que la admisión de recursos en esta instancia es inferior al 13%, confiábamos en que el máximo tribunal entrase a valorar el fondo de la cuestión, algo que, desafortunadamente, no ha considerado oportuno hacer en este caso”, señalan fuentes de la compañía, que anuncian recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional en los próximos días. Insiste en que la sentencia del TSXG es “injusta” y sostiene que no ha incurrido en “práctica anticompetitiva alguna”.

La asociación Galibus, a la que pertenecen quince empresas gallegas de transportes de viajeros, ha presentado desde el pasado mes de febrero una batería de demandas contra varios cargos y funcionarios de la Xunta por los procesos de adjudicación e inspección de las líneas regulares y escolares desde hace tres años concedidos a Monbus y las empresas con las que concurría mediante uniones temporales de empresas (UTE).

Monbus cuenta con una flota de 1.350 autobuses y más de 2.200 empleados, la empresa se sitúa como líder del sector entre las compañías de capital íntegramente español.

Ha ampliado de manera notable su presencia en diversas regiones, incluyendo Galicia, Madrid, Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha y ahora también Portugal.

Monbús se hizo cargo este fin de semana de la línea Madrid-Salamanca y Madrid-Vigo con un contrato del Ministerio de Transportes de 54 millones de euros y una duración de nueve años. Esta concesión comprende cinco importantes rutas, desde Vigo, Pontevedra, Zamora, Benavente y Salamanca a la capital de España.