“Últimamente estamos muy abandonados”

Suciedad, malos olores, ruidos o falta de vigilancia. Los vecinos de la zona de las casas de la Caja de Ahorros, en el barrio salmantino de Garrido Norte, se quejan de la situación que viven y del abandono por parte del Ayuntamiento. Ante esta situación, La Crónica de Salamanca se ha desplazado hasta el lugar para conocer de primera mano el sentir de los afectados, quienes acusan al Consistorio de estar “más preocupado por el centro que por los barrios periféricos”.

Entre las quejas de estos salmantinos destaca la suciedad en algunas zonas del barrio, con paredes llenas de graffitis, esquinas llenas de orines y basura por el suelo. “La basura la dejan fuera de los contenedores, incluso hay quienes la tiran desde la ventana”, lamenta Toñi. “Hay mucha mierda por el barrio, pero también baldosas abiertas, que se mueven y son un peligro”, añade.

En la misma línea, Marcelino asegura que “también muchas veces hay cristales tirados por el suelo”. “Pero eso es de por las noches”, aclara, explicando que, en ocasiones, “los jóvenes se concentran en los patios”, como el de la calle Río Francia, donde hay un sofá, “y hacen botellón y de todo. Sofá que ven, sofá que se llevan ahí, y a las tantas de la noche ahí están, unos borrachos, otros no…”.

Por este mismo motivo son varios los vecinos que coinciden en las molestias que genera el “ruido que hay muchas noches” en esas zonas interiores. No obstante, “en las calles normales, el ruido es el normal que puede haber en cualquier otra calle de la ciudad”.

Volviendo a la suciedad, Marcelino recuerda que “el otro día apareció un frigorífico larguísimo atravesado en mitad de la acera, en la calle Isaac Peral con Río Alagón. Ya no está porque se lo habrá llevado quien sea, pero no había quien pasara por la calle. Ahora hay un tablero que han dejado ahí tirado y es un peligro”.

Los graffitis son otro de los problemas que azotan al barrio. “La gente es muy poco civilizada y van pintándolos por las paredes” o “está el barrio lleno de graffitis, yo que tengo la casa en la calle Río Francia, la tengo llena, y eso se lo he dicho al administrador de la comunidad y no hacen ni caso, aunque pongamos quejas”, denuncian los afectados.

Esta falta de limpieza la perciben también “con un colchón que quemaron hace unas semanas en la calle Río Camaces, y está todo negro, pero tampoco han venido a limpiarlo”. Lo mismo ocurre con los orines de los perros “y de gente que también mea en las esquinas”. “Además, con el calor se nota mucho más el olor a orín y no solo en las esquinas, sino que huele en muchas calles”, afirma Mateo.

“Antes había mucha más limpieza que ahora. Ahora están dejando el barrio demasiado abandonado. Lo más seguro es que se dediquen más al centro y estos barrios, como son más antiguos y, además, como vivimos gente de todos los países… Nos dejan abandonados”, concluye Toñi.

“Estamos en una capital, pagamos unos impuestos. Aunque estemos fuera del centro somos un barrio donde hay gente civilizada y que nos gustan las cosas bien hechas. Y últimamente estamos muy abandonados. Falta limpieza, falta vigilancia y falta que nos presten más atención en lugar de solamente al centro”, concluye Mariví.