La del barrio Vidal es una de las nueve obras de accesibilidad que el Ayuntamiento está ejecutando.
«Pero…, las aceras se quedarán en un miserable 1,8 m, lo mínimo legal, para continuar con la política de no quitar un palmo de calzada a los coches, que se quedan con nada menos que en 3,25 m. Esto no es una mejora sustancial de la accesibilidad para peatones y niños en el entorno escolar. Es un lavado de cara», denuncian desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La asociación ofrece propuestas. Les hubiera encantado tener la oportunidad de comentárselas al Ayuntamiento, pero «eso es otro cantar», puntualizan.
Las sugerencias de Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca serían:
- Aceras de 2,4 metros, así se podrían poner algunos árboles.
- Calzadas de 2,8 para conseguir un tráfico más pacificado.
- Fila de aparcamiento de 2 m.
- Calle Transportistas: totalmente peatonal, como cualquier otra calle del centro. «Queremos que se copie lo que están haciendo en París y que tan buen resultado les está dando», apuntan.
Además, han analizado la obra que se va a realizar y desde la asociación señalan que tampoco supone una mejora sustancial en cuanto al arbolado. «Así, en vez de tierra de calidad -y ya lo hemos visto más veces- el cemento predomina en los huecos preparados para los árboles y las plantas; los alcorques y parterres están quedando demasiado pequeños, hay espacio para hacerlos más grandes (comparemos con el espacio que ocupan los ya famosos macetones del centro) y profundos (en Salamanca suelen ser de 70 cm)», matizan.
Desde la asociación ironizan diciendo que la adaptación al cambio climático debe ser para el próximo siglo. «De momento, sigamos usando los coches, malgastando energía y emitiendo gases de efecto invernadero», concluyen.
Fotografías. Asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.