Hay que hacer porque no nos roben la alegría, mantener el disfrutar del olor de los jazmines, del café, de la piel de quien amamos. No resignarse a que haya más sombras que árboles, menos puentes que cruzar, quedar callado ante una injusticia. Por lo demás, ocuparnos más del porvenir que del pasado, prevalezca la simpatía y a cada cual le sea dado acertar en lo que haga para que se cumplan sus aspiraciones
Hay que oponerse a que el leer libros, escuchar música y recrearse con los encantos de la naturaleza sea porque se está de vacaciones. Resistirse a que de una equivocación se haga un drama, que un instante hermoso se convierta en insustancial y se pongan nubarrones a un cielo luminoso. Porque nadie nos restituirá lo perdido de gozar, hemos de proponernos que cualquier tiempo sea época de contento y tranquilidad.
De razón es aspirar a mejorar, a disfrutar de esas complacencias extraordinarias que habitan en nuestro interior, del entusiasmo con que se abren los brazos a latir en otros brazos, de tantas ilusiones que brotan cada día en las miradas y sonrisas de la buena gente, de lo sencillo de tender la mano a quien nos ofrece la suya. La verdad, son los buenos actos cotidianos los que hay que cuidar porque son los que más satisfacciones dan.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
Aliseda, una puta coja (2018)
Lluvia de cenizas (2021)
Puesto a recobrar el aliento (2023)
1 comentario en «Regreso de vacaciones»
Coincido contigo Manolo ,pensar en positivo y mirar hacia adelante