La patrona de Salamanca, la Virgen de la Vega, pasa el Tormes para entrar en la Catedral. Lo hace rodeada de charro y charras que al son de la gaita, tamboril y castañuelas arropan la imagen.
Vestidos con las mejores galas y luciendo trajes de charros, flores en mano para que la Virgen de la Vega se sienta arropada por sus fieles que le ‘tejen’ un manto multicolor.