9nos (David Hernández), Kras (Pablo Gómez) y Djmon (Alberto Pérez) forman el grupo de rap salmantino Lenguas Muertas. Son de Santa Marta, Pizarrales y Garrido. Se conocen y comparten inquietudes y maneras de entender el Rap. Hace año y medido decidieron formar el grupo. Desde entonces ponen mucho negro sobre blanco. Están preparando un trabajo con 30 canciones diferentes.
Los nombres de ‘guerra’ 9nos, Kras y Djmon los identifican, porque en la mayoría de los casos vienen de su época del colegio. «Más que nombres de raperos, son nombres que nos han puesto los colegas».
David Hernández debe el nombre de 9nos a que coincidía su número en clase, el 9, con el que lucía en la camiseta del equipo de fútbol. Por su parte, Pablo Gómez hacía break dance y un día alguien se le ocurrió decir que hacía mortales como el del juego Crash Bandicoot, y comenzaron a llamarlo Kras. Y por último, Alberto Pérez adoptó su nombre de ‘guerra’ Djmon, porque llamarse Dj Alberto o Dj Pérez «no tenía pegada» y dijeron que por los Digimon, «y con eso me quedé».
¿Todos los raperos tienen un seudónimo?
No, hay algunos que sí, que lo tienen, y otros actúan con su nombre real. En teoría, aunque no la compartimos del todo, es para diferenciar la persona del personaje. En nuestro caso, tenemos la misma personalidad, pero no todo el mundo se comporta sobre el escenario igual que en la vida cotidiana. Arriba pueden adoptar un papel de tipo duro y al bajarse es de lo más tranquilo.
9nos (David Hernández) venía de otros grupos de Rap y le propuso a Krass (Pablo Gómez) grabar en su casa las canciones que escribía. «Todo era muy casero al principio y luego ya comenzamos a adquirir equipos y vimos que necesitábamos un Dj, Alberto (Pérez) es un buen amigo y así surgió Lenguas Muertas», explican 9nos.
«Todos los que hemos estado en el mundo del Rap hemos escrito. Todos tenemos textos y la gran mayoría, no lo grabamos. Yo sentía que lo podía hacer de manera diferente y no sabía. Si a mí hace unos años me dices que voy a ser Dj, te miro incrédulo. Ellos tenían el grupo y de manera autodidacta comencé», apunta Djmon.
«Somos amigos, antes de compañeros de grupos, porque si en algún momento, esto comienza a convertirse en un trabajo y nos agobia, pues a lo mejor es la hora de plantearnos si seguir, porque todos hemos estudiado para dedicarnos a otra profesión. Lo hago porque lo siento, no para llegar a nada, aunque es un contrasentido, porque la música se hace para que sea escuchada y valorada. Buscamos el reconocimiento del público, pero yo profesionalmente quiero dedicarme a lo que he estudiado, que es Trabajo Social», matiza 9nos.
¿Cuánta poesía tiene el Rap?
Mucha, partiendo de la base de que Rap significa Ritmo y Poesía. Todo el contenido es poesía, luego está el pureta que piensa que la poesía es una cosa de viejos y el Rap tiene que ser algo revolucionario. Nosotros pensamos que los raperos son los nuevos poetas, es más hay canciones de rap que ya salen en los libros de textos.
De hecho, el rapero Nach, que es muy conocido, por el aniversario de Miguel Hernández, hizo rap con sus poemas de manera conmemorativa.
Creo que cualquiera de los raperos de hoy conecta mucho más con los estudiantes que Lope de Vega o Quevedo…
¡Claro! Las canciones de Rap cuentan cosas que conocen los estudiantes, no lo que contaba Calderón, que era de su tiempo.
Aquello estaba bien para su época, ahora, si quiero hablar con una chica le mando un whatsApp, no me voy a su ventana a cantarle canciones. (Risas)
Eso no quita que ellos fueran unos adelantados en su época…
Sí, está muy bien, pero nos sentimos más identificado con las letras de los raperos, en cuyas letras te ves reflejado.
Siempre he querido mezclar la pasión que siento por el Rap con lo que he estudiado en mi vida académica. Y lo que he visto, en mi caso que es Trabajo Social, es que es más sencillo acercarse a chicos con problemas muy graves a través del Rap que de otra manera. Hay a muchas personas que el Rap le ha salvado de meterse en conductas raras, porque al contar lo que te ocurre en un papel o al expresarlo mediante una pintura, porque el rap viene del Hip Hop, que es una cultura más amplia, que engloba música, dibujo y baile, son mecanismos de expresión y de liberar frustraciones.
Los raperos están recuperando algo que se estaba perdiendo: escribir a mano.
Exactamente. Es más, el otro día hablando con un amigo opinaba esto, que él se inspiraba más escribiendo con papel y bolígrafo, más que con el ordenador o el móvil. Escribir a mano es como desahogarme con el papel y es literal.
Además, cuando estás enfadado machacas el papel o lo arrugas…
Cuando estás enfadado machacas cualquier cosas (Risas) y el papel también.
Nosotros somos auténticos posesos y es que estamos todo el día involucrados con el Rap. Parece que no tenemos vida social más allá del Rap.
(En este momento hablamos con Garazi Bravo, la novia de 9nos y nos da su visión de ésta ‘no’ vida social)
Te tiene que gustar. Tener la misma pasión que tienen ellos, porque hay muchas dificultades y agobios. A mí me gusta y estoy siempre con ellos. No formo parte del grupo, pero muchas veces participo de sus actividades. Además, me encanta.
De alguna manera, Garazi Bravo, sí participa, porque es la encargada de hacerle los diseños de las carátulas, además de grabar sus videoclip. Ella estudia Bellas Artes.
Si hablan de que el Rap es una forma de volcar sus sentimientos, se puede decir que el Rap es vida…
El Rap es todo. El Rap es como un amigo al que le cuentas todo. Es una música que se diferencia de otras porque se puede hablar de todo, desde el político que te cae mal, el desamor que has tenido o que te has enamorado; sobre zapatillas, o si estás en un momento muy buen, hay un subgénero en el Rap que se llama la Competición/Combate, donde dices lo estupendo que eres y está bien visto, incluso te aplauden si la canción es buena. (Risas)
Si puede defender que es bueno, ¡ole!
Sí. El Rap es potenciar el individuo. Tienes el papel para expresarlo, si no eres el mejor, al menos puedes sentir que lo eres. También puedes volcar tus miedos, de hecho nació para eso. Aquellos primeros raperos del Bronx lo hacían porque la alternativa eran tiros.
Y sin embargo ahora, un niño bien puede hacer canciones de Rap, y está muy bien, porque coge un micro graba lo que siente, lo vuelca en Youtube y puede ser el que más entradas tenga.
Además, cuando grabas un tema que te gusta y con el que te sientes bien, te vas muy contento a la cama. (Risas)
¿ Youtube es una plataforma de lanzamiento?
Sí y no, porque hay mucha gente volcando en Youtube muchas cosas. Aunque, partiendo de la base de que el CD, salvo los locos y amantes de la cultura, ya no se compran, Youtube es una forma muy buena de que el artista, que no tiene acceso a una discográfica, pueda intentar hacerse un nombre. Esto es muy bonito. Ahora viene la realidad. Todo el mundo ha pensado lo mismo que tú y hacerse un nombre no es tan sencillo, porque ahora si te escuchan parece que te están haciendo un favor. No se lo estás haciendo tú a él, dándole algo tuyo. Es que ahora hay tanto y tienen tan poco tiempo para decidir que quiere escuchar, que el hecho de elegirnos sin conocernos ya supone que le debes algo. Por ello, estamos muy agradecidos.
¿Es una selva?
Sí. Donde puedes poner todo. Engloba desde una persona que puede hacer un vídeo maravilloso hasta otra que graba una baldosa. Me gustaría que hubiera un filtro, porque hasta llegar a un vídeo que mola, te encuentras con verdaderas patadas.
Y vídeos de gatos. (Risas)
Youtube, mientras no infrinjas sus normas, no te dice: ¡Pero, cómo vas a subir eso!
El problema no es que puedas subirlo o no, es que hay tanto, que casi es imposible que te encuentren.
Creo que Youtube tendría que tener una criba. Lo mismo que ocurre en la vida real, si eres bueno en arte, te permiten hacer una exposición en una galería y si eres bueno en la música, te dan un local donde interpretarla, cuyo filtro es altísimo.
¿Los locales de Salamanca están apostando por la música en directo?
Es curioso, en los locales de Salamanca, como nuestro público, que es mayoritariamente joven, entre 15 y 25 años, no iba a consumir tanto alcohol, al del bar que seudoapuesta por la música, quiere que el que va a escuchar tu música, también consuma.
Creen que si voy con un grupo de Heavy, el público al que arrastro va a consumir más, pero no lo saben.
La empresa no es una obra social, hay algunas que apuestas, pero no pierden la perspectiva de que están mirando por ellos, no por la música. Dicho esto, sí que hay muchos locales que se aventuran por nuestra música, que es más complicada, porque no vamos con instrumentos. Muchas veces, lo único que se asocia al Rap son los insultos, pero hay música y mucho trabajo de fondo.
Una problemática común es que en los conciertos de raperos profesionales les prohíben la entrada a menores. Esos menores van a escuchar al rapero, si no les permiten asistir a conciertos, dejaran de interesarse por esta música.
¿Las instituciones apoyan?
Desde el Ayuntamiento de Salamanca hemos tenido mucho apoyo. Nos dejaron la Sala B del CAEM. Está muy abierta a las bandas locales, por lo que no nos podemos quejar. Incluso la Plaza Mayor, muchas veces es una puerta de acceso para tocar. Tocas gratis, pero es una gran publicidad porque te ve mucha gente. ¡Qué mejor para un grupo salmantino que tocar en la Plaza Mayor! El Ayuntamiento, siempre y cuando hayas demostrado unos méritos, es receptivo a que llegues a la Plaza Mayor.
Entonces, ¿cuál es el problema de Salamanca?
El problema de Salamanca es otro, es que nadie invierte, si hubiese dinero, como en otras ciudades, habría más salas, que no sean bares, más centro cívicos. Cuando vamos al País Vasco admiramos muchísimo la cantidad de edificios culturales con actividades que no están hechas para lucrarse y el público va. Muchas veces en Salamanca piensas: ¿Qué hago esta tarde de domingo? Aquí no hay nada.
¿Y el público?
Podría ser mayor el apoyo, pero en Salamanca pasa con todo. Desapareció la Unión Deportiva Salamanca y no ocurrió nada. Eso no habría pasado con el Atlético de Bilbao, porque la masa habría salido a la calle para defender lo suyo. Los raperos que ahora son famosos, cuando no lo eran, en sus ciudades los apoyaron. Todos nos sentimos muy orgullosos de tal deportista o cantante, pero no le apoyamos desde abajo, sólo cuando ha llegado arriba. Sabemos que hay muchas personas a las que les gusta el Rap y comparten canciones en redes sociales, pero cuando hay un concierto de Rap, no ves a ninguno, a no ser que sea un grupo súper famoso. En Salamanca, somos muchos, si hubiera apoyo real, aquí tendríamos mucho tirón. Hay que apoyar al grande, pero también al que empieza. Tenemos que pensar que cuando hay teloneros delante de un grande del Rap, puede que nos llegue a gustar, no los despreciemos sin escucharlos, porque incluso, quizá nos diviertan.