Camela gusta a grandes y pequeños. Es uno de los grupos intergeneracionales, que lo mismo lo bailan los abuelos, que los padres o los hijos y nietos. Así se puedo ver y comprobar este lunes en la Plaza Mayor de Salamanca, por cierto abarrotada, repleta de incondicionales que no pararon de tararear todas y cada una de las canciones que Dioni y Ángeles cantaron en el escenario.
Camela y éxito son sinónimos. Muy pocos grupos tienen en su haber una colección de éxitos con tanta repercusión. Quién más quién menos tiene una ‘cinta’ real y figurada de canciones de Camela en su casa o su cabeza.
Tanto es así, que el acceso a la Plaza Mayor tuvo que cortarse y cientos de personas aguardaron pacientemente a ver si podían acceder.
Tal era el número de personas, antes del concierto, dos jóvenes tuvieron que ser atendidas por el personal de Cruz Roja.
Canciones como: Lágrimas de amor, Sueños inalcanzables, Olé, Cuando zarpa el amor, Háblale de mí, La estación del querer, Palabras de papel… y tantos y tantos éxitos cantados desde la década de los noventa han dejado de ser temas de Camela para convertirse en verdaderos himnos de tres o cuatro generaciones.
Camela son los creadores de un sonido propio, de una formad e hacer magia con las canciones que les ha consagrado como un valor seguro. Aquel grupo que nacía en 1994, es un indiscutible referente en la industria de la música de nuestro país.
Para ver la galería de imágenes, pincha aquí.