El primer -y posiblemente único- debate de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, entre Donald Trump y Kamala Harris, ha dejado a la candidata demócrata como la clara vencedora de un cara a cara marcado por los bulos, la inmigración y la economía. Un sondeo de la CNN muestra que el 63% de los encuestados consideran vencedora a Harris, frente al 37% que piensan que Trump ganó.
Este martes por la noche (hora española), Donald Trump y Kamala Harris se veían las caras en el primer debate electoral con vistas a las presidenciales de noviembre. Una vez finalizado el encuentro, el consenso en torno a quién salió vencedor fue abrumador, y es que hasta los medios más próximos a Trump han admitido la derrota del republicano y la victoria de Harris.
Durante el debate, un Trump serio y a la defensiva, no ha dejado de recurrir a los bulos, obligando a los presentadores a intervenir para desmentirlos. El republicano, que le dedicó un “diviértase” a su contrincante en una de las pocas veces que la miró durante la hora y media que duró el debate, centró su discurso en la inmigración como punta de lanza.
Por su parte, Harris comenzó incómoda y nerviosa, aunque logró reponerse pasados los primeros minutos. Además, evitó entrar al trapo ante las provocaciones del republicano, quien llegó a asegurar que la demócrata es “una marxista”, y se centró en presentar medidas frente a las acusaciones de no tener un plan para el país si gana las elecciones. También afirmó que líderes militares habían calificado a Trump como “una desgracia”, señalando que quería convertirse en un “dictador”.
Respecto a la inmigración, un tema al que Trump recurrió en diferentes ocasiones, acusó al Gobierno de Biden de permitir la entrada masiva de inmigrantes. Asimismo, el republicano aseguró que estos “están quitando el trabajo” a los estadounidenses y los calificó como “terroristas y criminales”. Ante ello, Harris optó por no entrar en el debate, comprometiéndose a apoyar el proyecto de ley para convertir en permanentes las restricciones al asilo.
Sobre esta misma cuestión se centraba uno de los bulos de Trump, quien insistió en que, “en Springfield se están comiendo a los perros, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza”. Tras ello, los presentadores salieron al paso recordando que las propias autoridades de la ciudad lo habían desmentido.
Otro de los bulos del republicano tenía que ver con el aborto, y es que llegó a afirmar que los demócratas apoyaban que se mate a un niño una vez nacido. Nuevamente, la presentadora contestó al político recalcando que eso no podía hacerse en ninguna parte del país. Harris, que durante sus años como vicepresidenta se ha convertido en la abanderada del Gobierno en defensa del aborto, se comprometió en proteger este derecho en todos los estados del país.
Finalmente, en los últimos minutos del cara a cara, Trump insistió en que Harris “no tiene un plan para el país”, tras lo cual la aludida respondió enumerando algunas medidas que llevaría a cabo en caso de ganar las elecciones, como dar 6.000 dólares a familias jóvenes que tengan hijos, 25.000 dólares para quienes compren su primera vivienda o 50.000 dólares en reducción de impuestos para las empresas. “Esta es la conversación que tenemos que tener en vez de disminuir y humillar a las personas”, zanjó la demócrata.
