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Agustín Casillas dará nombre a la plaza central de La Alamedilla

Todas las obras del escultor en Salamanca contarán con una placa informativa
Agustín Casillas, junto al busto de Unamuno que regaló al Centro de Estudios Salmantinos, en frebrero.

La plaza central del parque de La Alamedilla recibirá el nombre del escultor salmantino Agustín Casillas. Desde el Ayuntamiento han rendido homenaje al artista con motivo del 50º aniversario de la colocación de su escultura al Lazarillo de Tormes. Además, han anunciado que todas las obras de Casillas en la ciudad incorporarán una placa informativa indicando la autoría de las esculturas.

El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha anunciado este lunes que la plaza central del parque de La Alamedilla llevará el nombre del escultor salmantino Agustín Casillas. Un espacio verde por el que el artista pasaba cada mañana para desplazarse de su casa hasta su estudio y que además cuenta con dos obras de su autoría, ‘La mujer de la llave’ y ‘El rapto de Europa’.

El primer edil ha realizado este anuncio durante el homenaje que la Corporación Municipal le ha tributado a Casillas con motivo del 50º aniversario de la colocación de la escultura del Lazarillo de Tormes junto al Puente Romano. Un acto en el que han estado presentes los dos hijos del escultor, Antonio y Lydia Casillas, además de numerosos ciudadanos.

García Carbayo ha recordado que Agustín Casillas es el escultor “que tiene más obras integradas en el paisaje urbano de Salamanca”, por lo que también ha anunciado que todas ellas (13 en total) contarán con una placa informativa para que los salmantinos y visitantes conozcan su nombre y autoría. Esa iniciativa arrancará con la propia escultura del Lazarillo de Tormes, a la que el alcalde ha calificado como un “icono” y un “perenne recuerdo de la unión inquebrantable entre el Lazarillo, su Tormes y su Salamanca”.

La obra en bronce, inaugurada en 1974, muestra a tamaño real al joven Lázaro y al ciego en una escultura “llena de fuerza y simbolismo” en palabras de García Carbayo. Hasta 1992 estuvo ubicada en la entrada del Puente Romano y, desde 1993, en el emplazamiento actual, próxima a la iglesia de Santiago, en ambos casos en el paseo del Rector Esperabé. “Cincuenta años después celebramos con un merecido homenaje al artista que la gestó y la moldeó para convertirse en un elemento imprescindible en el paisaje de Salamanca, sin el cual no se puede entender este rincón de nuestra ciudad”, ha afirmado el primer edil.

García Carbayo ha señalado que “es el paso del tiempo y la respuesta de los ciudadanos los que dictan sentencia. Y en el caso de esta escultura el veredicto es muy claro: estamos ante una imagen icónica de Salamanca”. El primer edil ha recordado que la escultura fue protagonista este mismo verano de una de las rutas teatralizadas del programa ‘Salamanca, culta y oculta’. Desde ella partía el itinerario en el que el propio Lazarillo de Tormes recorría enclaves repletos de misterio como el Puente Romano, el huerto de Calixto y Melibea y la Cueva de Salamanca.

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