Los resultados de la investigación, que explora las actitudes de las mujeres jóvenes de la Comunidad hacia la participación política y social a partir de encuestas a más de 200 jóvenes de entre 16 y 24 años, concluyen que desapego de la política institucional tiene mucho que ver con cómo les afectan las decisiones políticas. En este sentido, un 61 por ciento de las jóvenes encuestadas aseguran que, en alguna ocasión, las decisiones de sus representantes políticos les han hecho perder la confianza en la política, un dato muy similar al total nacional (64 por ciento).
ICAL. Además, solo una de cada cuatro considera que los políticos -con independencia de su sexo- abordan los temas que ellas consideran relevantes, aunque la cifra es superior al 17 por ciento de las encuestadas a nivel nacional. En este sentido, los temas que las jóvenes consideran prioritarios para la agenda política son la salud (incluyendo la salud mental), la educación y la precariedad laboral.
A la vista de estos datos, la directora general de Plan International, Concha López, reclamó a los políticos, entre ellos los portavoces de los grupos con representación en las Cortes de Castilla y León, que escuchen las voces y se tengan en cuenta las opiniones de las castellanas y leoneses cuando se toman decisiones que afectarán a todas las esferas de sus vidas. De ahí que subrayara que es “la hora de hacer más accesibles las instituciones a las jóvenes”.
No en vano, más de la mitad (58 por ciento) de las participantes mayores de 18 años vota en las elecciones, pero, además, se involucran en acciones de participación menos formales. Una de cada tres (36 por ciento) ha participado en manifestaciones, protestas o marchas; un dato muy superior al del conjunto de España, donde solo lo hace el 23 por ciento. Además, un 28 de las jóvenes ha formado parte del voluntariado.
El 37 por ciento de las jóvenes de Castilla y León señala la ausencia de mujeres referentes en política, frente a solo el ocho de las españolas. La mitad de las jóvenes apuntan a los prejuicios, las críticas y el acoso como las principales consecuencias negativas paras las mujeres jóvenes en política. Además, una de cada cuatro (23 por ciento) considera que su entorno no acepta la presencia de mujeres jóvenes en la primera línea de la política nacional, como presidentas o ministras.
Otra de las barreras a la participación para las jóvenes encuestadas es la falta de conocimientos sobre los procesos políticos más allá de las elecciones. Menos del 30 por ciento sabe cómo se aprueban y aplican las leyes (28 por ciento, cómo se toman las decisiones políticas (26 por ciento) o cómo participar en su localidad o comunidad autónoma (23 por ciento).
Participación efectiva
La organización subraya la necesidad de abrir y adaptar espacios formales para una participación efectiva y segura de la infancia y juventud en su diversidad, respaldando el asociacionismo juvenil y fomentando oportunidades desde lo local a lo regional. Además, insta a fortalecer el papel de los centros educativos para fomentar la educación cívica y la participación social y política de los jóvenes, así como la promoción de la educación no formal y el voluntariado. Para cerrar la brecha de género en participación y representación, destacan que es fundamental combatir los estereotipos de género desde las instituciones y los medios, destacando el liderazgo político de mujeres jóvenes como modelo inspirador.
El presidente del CES, Enrique Cabero, señaló que la participación política que en un modelo de Estado social y democrático de derecho es uno de los elementos “cruciales”, que está recogido en la Constitución Española. Precisó que el artículo 23 señala el derecho a la participación directa o a través de los representantes que son elegidos democráticamente pero también el acceso en igualdad a las funciones y cargos públicos. Destacó, según recogió la Agencia Ical, que el avance de la sociedad en derechos y la calidad de la democracia “exigen” que haya una igualdad entre hombres y mujeres. “Es muy importante tener en cuenta la capacidad de las mujeres de Castilla y León para querer ser protagonistas y su voluntad en la participación política”, añadió.
Además, Cabero alertó del desconocimiento de las instituciones o, incluso, desconexión, lo que consideró como “más grave” para el desarrollo normal de la democracia. “Hay que ocuparnos para que haya esa desconexión y exista una plena participación en igualdad para que los jóvenes estén presentes, de manera inmediata, en la política”, concluyó.