El PP escenificó este jueves su desplazamiento hacia la extrema derecha en dos movimientos realizados fuera de España.
El primero de ellos fue en el Europarlamento, cuyo pleno aprobó la propuesta del Partido Popular Europeo para reconocer a Edmundo González como presidente de Venezuela. La iniciativa salió adelante con el apoyo de la extrema derecha.
Esta decisión tiene carga política, pero no es vinculante para ninguno de los países miembros, que en bloque se niegan a reconocer un ganador en los comicios venezolanos hasta que no se verifiquen las actas de las votaciones.
El conflicto venezolano también ha servido este jueves para que el PP acusara al Gobierno de colaborar en un «golpe de estado» en Venezuela, según dijo Esteban Gonzalez Pons, porque el documento en el que González aceptaba la victoria de Maduro en las elecciones, se firmó en la embajada de España en Caracas bajo las presiones de dos altos dignatarios venezolanos que, según ha dicho ahora González, le coaccionaron para que firmara ese documento y poder venir a España.
El Gobierno, a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se desvinculó del documento firmado en la embajada española en Venezuela. “El Gobierno no ha participado en ningún tipo de negociación entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela. No ha participado en la redacción, concepción, elaboración de ningún tipo documento que se haya podido establecer entre Edmundo González y el Gobierno. El Gobierno no ha participado en ninguna negociación política”, dijo el ministro antes de pedir a Feijóo que desautorizara a González Pons.
No obstante, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió la dimisión del jefe de la diplomacia española, porque, según dijo desde Roma, “el Gobierno español ha mentido” sobre el asilo que ha otorgado a Edmundo González, y considera que el Ejecutivo «ampara al régimen dictatorial de Maduro». Sobre la acusación de Pons, dijo que “el presidente del Gobierno ha de dar explicaciones inmediatas y asumir que España no es equidistante entre la civilización y la extorsión, entre la dictadura y la democracia. No puede ser equidistante ni colaborador.
Lo hizo desde Italia donde se reunión con la primera ministra del país, la ultra Giorgia Meloni, donde ensalzó su política contra la migración. Distintos cargos del PP han apunta a los migrantes africanos como delincuentes, generadores de inseguridad y problemas sociales, e incluso como propagadores de enfermedades.
Este jueves, Feijóo aplaudió el modelo de Meloni, xenófobo y racista en muchas ocasiones, además de desacreditar a las organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales que defienden los derechos humanos de los migrantes.
7 comentarios en «El PP se alía con la extrema derecha»
A este señor cada día se le ven más las costuras de su traje torero de rebajas. Se le estás acabando las luces, no sabe si tiene delante un toro o una cabra, siempre hace y dice lo mismo es decir nada de nada.
Es Feijoo y ya se lo conoce lo que parecía ser cordura y regeneración del partido político más corrupto de España es facherio y feijoismo así les pinta el tema cada día más cuestionado y en peores condiciones
Es muy torpe, pero no podemos esperar más de una marioneta en manos de los que mandan en éste país.
Es muy torpe, pero no podemos esperar más de una marioneta en manos de los poderes
fácticos de éste país.
Pobre hombre siempre fue la marioneta de Ayuso y cada vez demuestra más que ni sabe ni vale para hacer oposición contra más para gobernar Feijoo prepárate que te pasa lo mismo que a Casado pero está vez la come gambas te devora
estoy seguro que esperan pasar un rato agrable viendo los vedeos de la verguenza de peinado seguro sera un actuacion memorable que piense el peinado que las risas tienen retroceso LOS RICOS TAMBIEN LLORAN que todo tiene un final quizas alguien se arrepienta de sacar ha la luz los videos de Pedro Sanchez
Es ilógico lo que está pasando en España, en los pactos, el actual Gobierno del Reino de España salió por el apoyo parlamentario de Junts y el Pnv, no creo que éstos partidos sean de izquierdas, sino más bien de derecha para la derecha, que no les gusta todo lo que sea español en sus regiones. Absurdo lo que está pasando en la España actual.