Durante décadas era un secreto a voces. Todo el mundo sabía que Juan Carlos I y Bárbara Rey habían mantenido una relación sentimental, pero no había pruebas gráficas que lo demostraran. Al fin, todos somos un poco Santo Tomás.
Hace unos meses, el hijo de Bárbara Rey y el domador, Ángel Cristo, sacaba de nuevo a la luz la vieja historia entre el monarca y la artista. A todo lo que se podía saber y especular, él afirmaba tener pruebas gráficas de lo que decía, porque su madre le había pedido que inmortalizara el momento íntimo con don Juan Carlos.
Ninguna publicación en España se había atrevido o interesado en comprar el material o quizá el precio que ponía Ángel Cristo por las diapositivas era excesivo. Ahora, un semanario holandés Privé saca en portada el beso que confirma, de una vez por todas, que entre el padre de Felipe VI y la vedette hubo más que una amiga entrañable, al más puro estilo Corinna Larsen.
La propia Bárbara, como si ella no fuera una de las protagonistas de la imagen, está escandalizada por lo que ha hecho su hijo, al que según testimonio del propio Ángel Cristo, fue ella la que compró la cámara y le pidió que hiciera de pararazzi en su propia casa. Ahora dice en Espejo Público: «No sabía nada de esto. No sabía que podía llegar hasta este extremo. ¡Qué vergüenza! En fin, no tengo nada que decir», explicó.
El que ha salido en defensa del hijo del domador ha sido Alessandro Lequio, pariente de don Juan Carlos, quien aseguró en Vamos a Ver que estas fotos son la prueba de que Ángel ha contado la verdad de su recuerdo. «Bárbara sabía perfectamente que se estaban haciendo estas fotos, ahí es donde está el pecado y hasta la perversión», puntualizó.
Las portadas de las revistas del corazón tienen una máxima: hasta que no hay beso, no hay confirmación. En esta portada que ve la luz en el siglo XXI, se ven fotografías tomadas en el XX, pero que certifican que el rey Juan Carlo I y Bárbara Rey tuvieron una relación.