La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a un hombre a dos años y tres meses de prisión por un delito de estafa, con el agravante de reincidencia, cometido al perjudicar en más de 4.000 euros a una entidad financiera digital. El estafador reincidente utilizó sin consentimiento los datos de un primo segundo para dar de alta una tarjeta bancaria en la que generó una deuda que ahora deberá restituir con intereses en forma de indemnización.
ICAL. Los hechos se remontan a enero de 2023 cuando el ahora condenado contrató con la entidad una tarjeta tipo ‘revolving’ mediante su página web, que fue dada de alta el día 18, pero aportando datos de un tercero sin su conocimiento. Así, adjuntó una fotografía del DNI del primo, la dirección del domicilio que él utilizaba y un teléfono dado de alta a nombre de su abuela fallecida. Además, para tramitar la contratación el condenado recibió un SMS certificado en el móvil con un código PIN y validó las gestiones mediante la firma telemática.
Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, a continuación el estafador solicitó un servicio inmediato con una línea de crédito con un límite de 3.500 euros y realizó un primer traspaso por importe de 2.000 euros a la cuenta de la que era titular. Además, realizó diversas compras hasta el límite de la tarjeta, acumulando una deuda por estos conceptos de 3.642,55 euros. El perjuicio total de la entidad ascendió a la cantidad de 4.067,23 euros en enero de 2024.