En plena campaña de un máximo de 37,5 horas de trabajo semanal por parte de los sindicatos de clase, el señor Núñez Feijóo se despacha planteando la conveniencia de una semana de cuatro días laborables a razón de 9 horas por día. Esto es 36 horas semanales… ¡Toma ya!!
Este planteamiento, hecho por el líder de un partido que en los últimos años ha votado sistemáticamente en contra de cualquier mejora de las condiciones laborales de los trabajadores en España, ha sorprendido a propios y extraños. A los extraños nos ha provocado una media sonrisa y a los propios estupor y congoja a partes iguales. Perfectamente, Puedo imaginarme al señor Garamendi sentado en su imponente despacho, con las manos en las sienes y los ojos cerrados repitiendo cual mantra: “No lo ha dicho, no lo ha dicho… “
No hay nada más que asomarse a las noticias cada día para ver que la política que practica la oposición en nuestro país, se está convirtiendo en un circo en el que lo importante es tener siempre movimiento en alguna de sus tres pistas. Aunque el payaso esté pasado de moda o el león desdentado. Y, por otra parte, los únicos temas que esta gente pone encima de la mesa son esencialmente mediáticos, siempre asuntos que poco o nada mejoran la vida de la ciudadanía, que es esencialmente el papel fundamental de la política.
No seré yo quien le diga al Partido Popular cómo tiene que vertebrar su línea ideológica, pero ir al rebufo de los planteamientos rancios, trasnochados y anacrónicos de VOX no parece lo más recomendable para un partido que se presupone constitucional, europeísta y de gobierno.
Y es que después de haber votado en sede parlamentaria en contra de las subidas del SMI, de la Reforma Laboral (si, la de Casero) y la revalorización de las pensiones con el IPC como referencia, ahora se dedican a enmendarnos la plana a UGT y CCOO y van un paso más allá, pidiendo incluso menos horas de trabajo semanal que nosotros. Lo que dice el título: los pájaros tirando a las escopetas…
4 comentarios en «Los pájaros tirando a las escopetas…»
Es gallego .en fin.
Que deje de estropear lo nuestro y se vaya a Venezuela, a arreglarla, a estropearla más, o Dios sabe de lo que es capaz este ******.
******=ridiculo e insignificante. Es censurable llamar a uno lo que es?
Como pollo sin cabeza