La psicología del color analiza la forma en que se perciben los diferentes colores, así como los comportamientos ante los mismos o las emociones que transmiten. Por ello, también ha asociado tres colores a las personas inteligentes, puesto que tienden a utilizarlos con mayor frecuencia.
El primero de ellos es el color negro, que está asociado a la autoridad, la sensualidad y el poder. Pese a que también puede tener connotaciones negativas como la muerte, lo malvado o la destrucción, en ámbitos como el académico muestra una imagen autoritaria e inteligente, y en el de la moda, elegancia, formalidad y sobriedad.
Por su parte, el color azul también se asocia a la inteligencia y, según la psicología del color, simboliza la tranquilidad, la serenidad, el afecto o la frialdad. También suele relacionarse con personas pacíficas y racionales. En el ámbito empresarial es uno de los más comunes, ya que transmite confianza o pureza.
Finalmente, el color blanco también aporta sensación de pureza, así como de perfección, tranquilidad y paz. Suele relacionarse este color con los profesionales médicos o los científicos, entre otros.