El incendio de Guillena (Sevilla) ocurrido este domingo, en el que murieron un matrimonio y sus dos hijos, se produjo al estallar la batería de un teléfono móvil que se dejó cargando sobre un sofá, que ardió tras el recalentamiento y deflagración del aparato.
Así lo concluye el informe elaborado por la Guardia Civil tras el siniestro que conmocionó a la localidad sevillana y a media España.
Cuatro personas pertenecientes a la misma familia perdieron la vida en el incendio de una vivienda registrado a primera hora de la mañana de este domingo en la localidad sevillana de Guillena.
El 112 recibió sobre las 8:00 horas la primera de casi una decena de llamadas que alertaban del incendio en una casa de dos plantas situada en la calle Fernando Martín, en el que indicaban que había varias personas atrapadas.
Hasta el lugar se desplazaron efectivos de los parques de Santiponce y El Ronquillo. Los servicios de emergencia confirmaron el fallecimiento de cuatro personas. Se trata de un matrimonio de 48 y 52 años y sus dos hijos, de 21 y 16.
La rapidez con la que se ha extendido el fuego y el humo negro por la vivienda, de dos plantas, ha impedido que la familia pudiera escapar con vida.
El alcalde de la localidad, Lorenzo Medina, explicó a los medios que los cuerpos de los cuatro miembros de la familia estaban juntos en la aparte posterior de la casa, como si hubieran intentado salir a la terraza para, desde ella, acceder a la escalera que les habría conducido a la azotea.