Catherine François y Santiago Auserón presentaron en el Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca Sonetos&Sonnets, de Garcilaso de la Vega. La obra comprende la edición bilingüe realizada por François y un estudio del cantante, compositor y doctor en Filosofía Santiago Auserón titulado “Garcilaso atraviesa los Pirineos”.
Auserón aseguró después de haberse empapado de Garcilaso de la Vega que era un «buen músico». Él también, por lo que sabe de qué está hablando. Renacentistas, laico, pagano, profano… todo esto era el poeta que pasó por Salamanca e influyó en la obra de Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, dos poetas que también recorrieron las calles de la ciudad del Tormes. «En la época de Garcilaso acababan de aprender el endecasílabo -un verso de once sílabas de origen italiano- y lo practicaban constantemente. Incluso cuando iba a caballo de un sitio a otro. Tenía tiempo se tardaba mucho en ir de una ciudad a otra y de un país a otro», bromea Auserón.
El que fuera líder de Radio Futura comparte que Garcilaso de la Vega no solo era un hombre del Renacimiento, era muy europeo. «Vivió en Francia, en Alemania cuando fue desterrado por Calor I por aquello de ser familia de Comuneros, en Nápoles, donde estuvo al servicio del virrey. Vivió la reforma y vivió ese juego de ideas que la contrarreforma silenció durante siglos», matiza.
Sobre la temática de los versos de Garcilaso de la Vega, Catherine François señaló que para poder traducir los versos del poeta español al francés tuvo que estudiar creadores galos de esa época y que se había visto sorprendida porque las letras españolas son más espirituales y sutiles. «Los franceses son más de cuerpo. Eso doble manera de mirar me ha parecido muy interesante. Al leerla en voz alta, siento la musicalidad, por lo que estoy muy contenta con el libro», puntualiza la experta en Garcilaso.
En este momento, Santiago Auserón tomó la palabra y le dio un consejo a los reguetoneros: «Echadle un vistazo a Garcilaso. Es muy moderno».
Se le recordó que Rosalía había versionado a San Juan de la Cruz e inmediatamente replicó. «Ella es muy culta».
La Universidad y sus poetas
Esta nueva traducción al francés de los Sonetos&Sonnets reavivará, a juicio de Jacobo San Hermida, director de Ediciones Universidad de Salamanca, la presencia inspiradora de Garcilaso entre estudiantes, profesores, poetas y amantes de la literatura en Francia, permitiendo evaluar paralelismos entre dos linajes de poesía que son hermanos, aunque discurren por distinto cauce, según explicó Jacobo Sanz Hermida.
Para los autores, el hecho de que un cantor popular actual se ocupe de Garcilaso, tras la prestigiosa secuela de comentaristas desde época temprana, críticos y poetas autorizados, puede ser tomado como “indicio de la necesidad de buscar la mejor sociedad para el verso cantado en nuestros días y debe servir para mostrar una vez más que el estudio de la tradición es el camino más cierto para viajar hacia el porvenir”.
La adopción por parte de Boscán y de Garcilaso del endecasílabo italiano y del soneto al modo petrarquista sitúo el castellano en pleno circuito de intercambios entre lenguas romances y le permitió participar en el proceso de renovación de las ideas renacentistas, al tiempo que España –recién unificada– se veía envuelta en la política expansionista del Imperio germano, que desplazaba su centro de gravedad hacia Occidente, atraído por las promesas de riqueza del Nuevo Mundo.
Lirismo libre
Los Sonetos&Sonnets del poeta toledano Garcilaso de la Vega llevan a cabo una síntesis original de la tradición vernácula en verso culto –hasta entonces seco y sentencioso, mero imitador del lirismo cortesano provenzal– y de las corrientes internacionales de su época. En los “Sonetos”, asistimos, según François y Auserón, “a la búsqueda de equilibrio entre diversos factores relevantes: un lirismo repentinamente libre de constricciones, en el que Garcilaso se iguala con los modelos clásicos y con sus contemporáneos italianos; la hondura de un pensamiento que, haciendo uso renovado de los tópicos conceptistas, se atreve a explicitar las contradicciones de la psicología amorosa; y la sensibilidad musical propia de un poeta aficionado al canto y a la pulsación de instrumentos, que le ayudan a sobrellevar sus obligaciones de cortesano y de soldado”.
La traducción de Catherine François asume como propios los retos de Garcilaso, alcanza a trasladar su delicadeza, se dota de las referencias adecuadas en la poesía renacentista y renueva oportunamente la presencia del poeta en medio francófono, desdibujada desde la última y única traducción –algo prosaica–, que data de 1947. A partir de esta nueva traducción al francés –por primera vez completa– de los “Sonetos” de Garcilaso, en su estudio liminar, Santiago Auserón evalúa con ojos nuevos la crítica garcilasiana, indica algunas de sus «debilidades nerviosas» y juega a establecer linajes en cierto modo opuestos –pero complementarios– entre la poesía española y la poesía francesa.
Los autores
Catherine François (París, 1953) es licenciada en letras modernas por la Universidad de la Sorbona y en filología francesa por la Universidad Complutense de Madrid. Reside en España desde 1975. Ha realizado estudios de lengua, literatura y filosofía chinas. Ha publicado en revistas de arte y literatura como Humo, Artefacto, Diwan, Número, Comercial de la Pintura, Po&sie, Apulée y es autora de los libros La ciudad infinita (Pre-Textos, 1992), Caminos bajo el agua (Pre-Textos, 1999), El árbol ausente (Demipage, 2009), Los reyes poetas (Demipage, 2014) y La senda de las nubes (Siruela, 2021).
Santiago Auserón (Zaragoza, 1954) es doctor en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Cantante y compositor de los proyectos musicales Radio Futura y Juan Perro. Su sello musical La Huella Sonora y sus giras de la “Academia Nocturna”. Productor de antologías históricas del son cubano. Ha publicado La imagen sonora (Episteme, 1998), Canciones de Radio Futura (Pre-Textos, 1999), Canciones de Juan Perro (Salto de Página, 2012), Semilla del son (Libros del Kultrum, 2019), El ritmo perdido (Anagrama, 2021), Arte sonora (Anagrama, 2022) y Luz de mis huesos (Demipage, 2023). En 2011 obtuvo el Premio Nacional de Música y, en 2023, la Medalla de las Bellas Artes.