La calle Gregorio Marañón va desde avenida de los Maristas al campus Unamuno (Medicina). No es más ancha de lo normal, no llega a los 16 metros, ¿Qué tiene de especial para aparecer así, tan verde? que han dejado crecer a los árboles. «Podría estar mucho mejor, porque hay muchos alcorques vacíos o desaparecidos y como idea el dosel podría ser completo a lo largo de 300 m», apuntan desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
Desde la asociación apuestan por tener así «muchas calles, lo necesitamos. Pero parece que no queremos, porque estorban. Los coches no estorban, los mamotretos publicitarios, los viales anchos tipo autopista, vacíos, tampoco estorban. Lo que estorban son los árboles y por eso no hay más», añaden.
En esta calle no estorban a nadie, parece, no hay viviendas a los lados. Los han dejado crecer. Tienen unos 50 años. «El doble de la media de los árboles urbanos, porque siempre hay una obra que se los lleva por delante, antes de que alcancen la grandeza que les corresponde», concluyen.