El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desmarcó este vieres de la suerte que pueda correr su exministro de Trasportes, José Luis Ábalos, que está a las puertas de su imputación por el ‘caso Koldo’ sobre la compra de mascarillas durante la pandemia.
Sánchez reiteró que su Gobierno «es limpio y confiable que nada tiene que ver con la corrupción. No va a haber impunidad», ha indicado tras reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano.
«A diferencia de épocas pasadas, en mi Gobierno, si hay corrupción, no va a haber impunidad y tiene que haber la determinación de que quien la haga, la pague», agregó.
Recordó la firmeza con la que actuó cesando a Ábalos cuando surgieron las primeras informaciones sobre el caso Koldo y antes de que avanzaran las investigaciones policiales y judiciales que han dejado al exministro al borde de la imputación por su responsabilidad en la trama.
«En este caso lo hemos hecho desde el primer momento pidiendo el acta a Ábalos y también lo hicimos abriéndole un expediente de expulsión», ha manifestado desde el Vaticano.
Insistió en que e Ejecutivo colaborará con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y dará una «respuesta inmediata» en cuanto sea necesario, tal y como hicieron con Ábalos. «Lo más importante es la actuación, responder de manera determinada, colaborar con la Justicia y ser transparentes», concluyó.