La España en blanco y negro de Ramón Masats

La muestra 'Visit Spain' llega a Salamanca, comisariada por Chema Conesa, mostrando los tópicos del país entre 1955 y 1965
Chema Conesa, comisario de la muestra. (Ical/Arranz)

Entre 1955 y 1965 el fotógrafo Ramón Masats recorrió España a través de su cámara. Lo hizo a causa de un encargo del recién creado Ministerio de Información y Turismo por el que debía ensalzar los valores patrios de cara al turismo exterior. El resultado fue un país en blanco y negro, donde mostraba la cultura oficial y abría las puertas al mundo de un territorio que comenzaba a ser visible coincidiendo con el fin de la autarquía en la dictadura franquista.  

Alba Familiar / ICAL.- Imágenes que muestran ritos folclóricos, costumbres franquistas o tópicos de una tierra en la que todavía se atisbaba la pobreza material. Pero que también fueron decisivas para el desarrollo de la fotografía documental, donde ya no solo retrataban belleza, sino realismo, en una época en la que los fotógrafos comenzaron a contar historias a través de su trabajo. En esa década, un grupo de profesionales, entre los que se encontraba Masats, atravesaron el país para realizar una serie de fotografías de los grandes monumentos, pero a su vez, llevaron un objetivo de 35mm para interesarse en la vida de la gente, que contaron a través del reportaje, consiguiendo un relato de aquellos años. 

Algunas de estas imágenes conforman la exposición ‘Visit Spain’, que recoge parte trabajo de Ramón Masats, fallecido el pasado mes de marzo, y que ahora llega a Salamanca. La Hospedería Fonseca acoge la muestra, comisariada por el también fotógrafo, periodista y amigo personal del autor, Chema Conesa, que puede visitarse hasta el próximo 17 de noviembre, y que ofrece un retrato de la España de la época. Un recorrido, que según explica Conesa a la Agencia Ical, relata la importancia de las imágenes donde “empezó a verse que el fotógrafo debía influir sobre la fotografía”. 

“El fotógrafo dejaba de ser un hombre inocente donde apuntaba la cámara y su máximo mérito era que la fotografía saliese bien. La fotografía debía algo más, y eso era la intención, y ahí empieza la autoría del fotógrafo”, explica Conesa, frente a una de las imágenes de la exposición que retrata el nombramiento de Franco como caudillo, pero en la que su rostro era tapado por un atril. “Esta foto no se pudo publicar, era un insulto, y salió a la luz 20 años después”, continúa el comisario, como ejemplo de la opinión personal que el fotógrafo mostró en su obra. 

‘Visit Spain’ está compuesta por más de un centenar de imágenes del autor, algunas ya icónicas de la fotografía, mientras que aproximadamente un 70 por ciento de ellas son inéditas. La muestra nace del fruto del trabajo de la revisión del archivo del fotógrafo, de la mano de Conesa, quien deja a un lado la faceta “estricta” de Masats para rescatar fotografías que había considerado “no válidas”. “Cuando se las enseñé, él me dijo: pero estas fotos son muy buenas, ¿cómo no pude ver esto en su momento?”, recuerda Chema Conesa, admitiendo que “la fotografía tiene esa temporalidad que depende mucho de la mirada y del tiempo que transcurre sobre ella”. 

Fotografías que marcaron el trabajo de Masats

En la muestra se encuentran imágenes tan importantes como ‘Seminario de Madrid’, tomada en un campo de futbol donde “vuela” un portero con sotana intentando detener el balón durante un partido. Instantánea que él entendió como la más icónica de su carrera, y que fue una de las primeras imágenes de la fotografía española que compró en MoMa de Nueva York y que Pedro Almodóvar utilizó en su película “La mala educación”. O la de la mujer pintando una raya en una casa de Tomelloso que ha servido de portada para el futuro Centro Nacional de la Fotografía de Soria. 

Pero más allá de ellas, la exposición reúne alguno de los trabajos más destacados de Masats, como Neutral Corner, a través del cual retrató el boxeo en el año 1962. “Fue el primer libro que se hizo dándole al fotógrafo la libertad de que eligiese las fotografías, no el redactor”, recuerda Conesa. Junto a la pluma de Ignacio Aldecoa, texto e imágenes quedaron al mismo nivel en esta obra en la que se llegaron positivar fotos en negativo para retratar la violencia física de un combate de boxeo. Un libro, que en un primero momento fue un fracaso, pero que en la realidad supone un referente, “una pieza de coleccionista, es imposible encontrarlo”, señala el comisario. 

La Hospedería Fonseca guarda también durante estos meses instantáneas en las que aparece el director de cine Luis García Berlanga, las misas que realizaban las madres de los soldados de la División Azul en teatros, donde debido a la estrechez de las filas el fotógrafo retrata, de manera sutil, cómo debían ponerse de rodillas, o las corbatas y los cinturones de los detenidos en la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol. Retratos de la época, a través del simbolismo, el blanco y negro y el contraste, que dejan la puerta abierta a la interpretación. “Cada momento, cada foto, cada contenido o canal tienen su utilización, y la fotografía es un lenguaje, en la que se pueden hacer desde cosas maravillosas hasta más sociales”, señala Conesa. 

Además, la muestra reúne el primer trabajo de Masats, en que retrató corridas de toros, donde intentaba saber “si era un buen fotógrafo”. En él retrató la brutalidad y la fiesta, el alcohol en la plaza en un momento que no estaba bien visto. Su afición hacia los toros, según cuenta su hija Sonia, llegó a raíz de querer huir de la faceta ‘hooligan’ de su abuelo cuando asistía a los partidos de fútbol. Fue entonces, al coincidir a la misma hora, comenzó a asistir a las corridas, que finalmente terminó fotografiando. 

Función didáctica

En la actualidad, su hija, Sonia Masats, es la encargada de gestionar el archivo, actividad a la que se dedica de manera completa. Aunque por el momento el archivo se está “autogestionando”, explica, pero no es lo habitual en estos casos. “Estamos intentando internacionalizar toda la obra de Masats y esperamos que siga pudiendo autogestionarse, porque un archivo sin tener financiación de ningún museo estatal es muy complicado de mantener”, reconoce, consciente de que “ahora mismo lo único que he podido conseguir es hacerle un techo, que tenga una casa. Todo lo demás irá viniendo”. 

La obra de Masats, al igual que la de muchos compañeros de profesión, esconde “fotos perdidas que ellos mismos no les dieron valor porque no les sirvieron para ganar” en su día, continúa Conesa. Ahora, después de cuatro años de trayectoria, la muestra sigue llegando a nuevas ciudades con una función también didáctica. “A la gente joven que no ha vivido estas etapas de la vida, generaciones que parece que han nacido ya con el teléfono móvil, esto les puede sorprender y hacer ver cuánto hemos cambiado en tan poco tiempo”, destaca el comisario, frente a imágenes que más allá de ser un retrato de la época, plantean la evolución de España en los últimos 70 años. 

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios