Este sábado a las 13.30 horas tendrá lugar en Villavieja de Yeltes la instalación de una stolpersteine o piedra de la memoria, en homenaje a Francisco Cuadrado Sierra, un villaviejense que sufrió la deportación al campo de concentración nazi de Buchenwald, donde fue asesinado. Se instalará en la placita que forma la calle Cruce con la calle Luz, donde también se encuentra el Dolmen VII A la Libertad, del escultor Ángel Mateos.
El campo de concentración de Buchenwald fue uno de los más grandes en territorio alemán, durante la dictadura nazi. Estuvo en funcionamiento desde julio de 1937 hasta abril de 1945 en la colina de Ettersberg, cerca de la ciudad de Weimar. En total estuvieron presos en dicho campo unas 250.000 personas procedentes de todos los países de Europa. El número de víctimas se estima que fue de unos 56.000, de los que 11.000 fueron judíos.
Y es que, efectivamente el campo de Buchenwald albergó ya en 1937 a prisioneros políticos alemanes contrarios al régimen de Hitler, principalmente de partidos de izquierda. Tras el comienzo de la Guerra Mundial y debido a la ocupación nazi de los territorios de varias naciones europeas, fueron llegando a Buchenwald personas de diversos países. Entre ellos España.
La mayor parte de los españoles que ingresaron en los campos de concentración fueron transferidos desde stalags, campos de prisioneros de guerra. Se trataba de exiliados españoles que, tras salir de España en 1939, habían sido encuadrados en el Ejército francés y que en el momento de la invasión de Francia fueron capturados por las tropas alemanas. Casi todos fueron mandados al campo de Mauthausen (Austria). En los últimos años de la segunda guerra mundial otra hornada de republicanos españoles, o sus descendientes, pasó a engrosar esta lista tras ser detenidos por la Gestapo por colaborar activamente con la resistencia francesa. Estos fueron enviados al campo de Buchenwald.
Se estima que en este campo de concentración hubo unos 500 españoles. En este grupo de personas es donde deberíamos incluir al único villaviejense, que sepamos, que pasó, y que desgraciadamente desapareció, en un campo de concentración alemán. Se trata de Francisco Cuadrado Sierra. Había nacido en Villavieja de Yeltes el día primero de septiembre de 1923. Era hijo natural de Celestina Cuadrado Sierra, que descendía de la vecina localidad de Peralejos de Abajo. No tenemos otros datos de él acerca de su estancia en Villavieja de Yeltes. Es de suponer que abandonó nuestra localidad a temprana edad. Al finalizar la guerra civil tendría 15 años y es más que probable que durante la contienda viviese en zona republicana (¿Cataluña?) y él, juntamente con su familia, fuese uno de los miles de refugiados y exiliados españoles que entraron en el vecino país empujados por las tropas franquistas.
Por los datos que obran en la web del Ministerio de Cultura sabemos que entró en el campo de Compiègnes, campo de tránsito e internamiento en el norte de Francia, el día 22 de enero de 1944. A principios de ese año fueron detenidos por la Gestapo en diversos lugares de la Francia ocupada muchos republicanos españoles o sus descendientes, afiliados bastantes de ellos al Partido Comunista, y que eran colaboradores muy activos con la
Resistencia francesa, entre los que se encontraba, por ejemplo, el escritor Jorge Semprún Maura, que andando el tiempo llegó a ser Ministro de Cultura con uno de los Gobiernos de Felipe González. Debemos, por tanto, suponer que Francisco fue uno de esos miembros de la resistencia francesa detenidos.
Dos días más tarde de su ingreso en Compiègnes, Francisco Cuadrado fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald, donde se le asignó el número 43362. Cinco días después llegó también a dicho campo el citado Jorge Semprún, nacido también en 1923, a quien se le matriculó con el número 44904. Es muy posible, por tanto, que ambos lograsen conocerse personalmente, dado que el número de prisioneros españoles en el campo fue de unos 500 y es de suponer que estaban agrupados en los barracones por nacionalidades.
Los españoles se distinguían por llevar cosido en el uniforme de presidiario (el clásico pijama de rayas verticales) un triángulo de paño rojo (significaba prisionero político) con la letra S de Spanien (España en alemán).
El campo fue liberado el 11 de abril de 1945 por las tropas americanas del general Patton. En ese momento había unos 200 españoles, entre los que no se encontraba Francisco Cuadrado. A éste se le ha asignado el estatus de «desaparecido» al no tener constancia de su fallecimiento. Eso significa que o bien murió en el bombardeo aliado del 24 de agosto de 1944 o lo que es más probable, formó parte de los evacuados por las SS hacia otros
campos de concentración pocos días antes de la liberación de Buchenwald, en lo que los historiadores denominan como Marchas de la Muerte por la gran cantidad de presos que murieron durante el camino.
Adenda al artículo de Manuel Calderero, por Hilario Hernández (ASMJ), octubre de 2024
Las fuentes disponibles en la actualidad nos han permitido ampliar la información que sobre Francisco Cuadrado recopiló Manuel Calderero hace dieciséis años, aunque no despejar algunas dudas sobre el destino de este joven villaviejense que encontró la muerte en un campo nazi con apenas 21 años.
Tras su nacimiento en Villavieja de Yeltes, tenemos documentado que fue llamado a filas en 1938 en Salamanca, en el Reemplazo de 1941. Pero Francisco no se encontraba ya en Villavieja o, al menos, no se presentó a filas para incorporarse al ejército franquista. A consecuencia de ello, el Juzgado de Instrucción del Regimiento de Infantería “La Victoria” le abre un expediente, según el cual se practicaron diligencias para su búsqueda y captura, resultando ilocalizable. Es declarado rebelde y se ordena la suspensión y archivo de las actuaciones hasta su prescripción o captura el 11 de marzo de 1939.
Es, por tanto, evidente que cuando se produce la sublevación militar el 18 de julio de 1936, Francisco Cuadrado, que aún no había cumplido 13 años, ya no residía en Villavieja (ni en la provincia de Salamanca), pues no es verosímil que escapara a zona republicana dos años después para no incorporarse a filas. Pero seguimos sin conocer cuándo y en qué circunstancias emigró de Villavieja y dónde residía al comenzar la Guerra Civil. Ni tampoco sabemos si llegó a participar en la Guerra luchando en defensa de la República, aunque, si residía en el territorio de la España Republicana, cabe suponer que fue movilizado en la conocida como “quinta del biberón” y, por tanto, estuvo en el frente los últimos meses de la guerra.
Lo cierto es que la siguiente fecha que tenemos documentada sobre Francisco Cuadrado es la de su detención por la Gestapo alemana de París el 21 de diciembre de 1943, ya avanzada la II Guerra Mundial, cuando tenía 20 años. En los interrogatorios declaró vivir en Champigny, un pequeño municipio al nordeste de París, y tener el oficio de panadero. Todo parece indicar, pues, que Francisco Cuadrado debió exiliarse en Francia huyendo de los franquistas a principios de 1939, pero apenas sabemos nada de los años que estuvo en Francia. La documentación sobre Francisco que conserva el Service Historique de la Défense del Ministerio del Ejército francés, permite suponer que fue su pertenencia a alguna unidad de la Resistencia francesa lo que provocó su detención.
Tras un mes en manos de la policía alemana, el 22 de enero de 1944 fue embarcado en un tren en Compiègne (Francia) con destino a la deportación. En el tren, compartía ese destino con 2.006 hombres, casi en su totalidad franceses (el 93%), de los que apenas la mitad llegaron a sobrevivir hasta la liberación. Junto a Francisco Cuadrado, fueron deportados en ese tren otros 28 españoles, sin ninguna conexión aparente entre ellos y que, si tenían algo en común, fue el incierto futuro de buena parte de ellos, ya que más de la mitad terminaría falleciendo y siendo dados por desaparecidos.
El 24 de enero de 1944 Francisco Cuadrado fue ingresado en el campo de concentración de Buchenwald con el número de prisionero 43362. Se le registró con sus datos de filiación correctos (transcripciones aparte), incluyendo la residencia de su madre en Villavieja. Y se anota que tiene nacionalidad francesa, aunque eso no impidió que fuera etiquetado como “Polit. Spanier”, es decir, como preso político español, un enemigo del III Reich destinado a morir como trabajador esclavo.
En Buchenwald fue inicialmente enviado al Barracón 51, el mismo al que medio año después sería también destinado el albense Joaquín García Bellido. Para muchos españoles, Buchenwald fue un campo de tránsito hacia otros campos del complejo concentracionario nazi. Francisco Cuadrado permaneció en el campo central hasta que fue transferido al subcampo de Langenstein en una fecha que no aparece registrada. Allí los prisioneros hubieron de construir hasta 60.000 metros cuadrados de galerías subterráneas para albergar y trabajar en la fabricación de armamento para los nazis, a cubierto de los bombardeos aliados. Ni que decir tiene que el precio en sufrimiento y muerte de los prisioneros fue muy alto.
Francisco Cuadrado no constaba entre los supervivientes del campo de concentración de Buchenwald cuando éste y sus subcampos fueron liberados a principios de abril de 1945. Pero tampoco están claras las circunstancias de su muerte. Dado inicialmente como desaparecido, el gobierno francés declaraba oficialmente su muerte al incluir su nombre en los listados de “Muertos en Deportación” (Journal Officiel de la République Française, 7 août 2011). Sin embargo, el boletín oficial francés consigna que falleció en Weimar/Buchenwald el 24 de enero de 1944, fecha que coincide con la de su ingreso en Buchenwald y que es sin duda una fecha aleatoria.
De hecho, el subcampo de Langenstein comenzó a construirse con los primeros deportados en abril de 1944 y hasta septiembre de ese año no
comenzó la instalación y producción de industria armamentística, por lo que Francisco Cuadrado no habría podido ser trasladado a ese subcampo si hubiera fallecido el día en que ingresó en el campo central. Además, la documentación sobre Francisco conservada de Buchenwald incluye una ficha de entrega de ropa en el almacén con fecha de 26 de septiembre de 1944. Por tanto su traslado a Langenstein hubo de ser ese mes de septiembre o con posterioridad.
En definitiva, no caben dudas sobre su trágico destino, aunque probablemente nunca lleguemos a saber con precisión cuándo y dónde se produjo su muerte. El 1 de septiembre de 1944 Francisco Cuadrado había cumplido 21 años. Poco después terminaría su vida asesinado por los nazis, dando fin a una juventud que se vió marcada por la emigración, la guerra contra la sublevación franquista, el exilio, de nuevo la guerra contra el nazismo y finalmente la deportación.