El topillo | Propaganda, relato y compás de espera

Reconozco que no hilé del todo fino cuando a comienzos de octubre, ante el reiterado anuncio de la Junta de que trabajaba en el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2025, situé esa actitud en el ámbito de esos esfuerzos inútiles que, Ortega dixit, conducen a la melancolía. Me refería con ello a las ínfimas posibilidades de que unos nuevos Presupuestos sean aprobados por las Cortes, donde, a raíz del portazo de Vox al PP, el gobierno de “Fonsi” Mañueco ha quedado en absoluta minoría.

Y no es que ese hándicap aritmético haya cambiado a fecha de hoy, una vez que la Junta ha hecho público una especie de borrador de cuentas, que es como cabe calificar al documento presentado a bombo y platillo por “Fonsi” en compañía del consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, ese eterno-chico-bien-mandado-que-sirve-igual-para-un-roto-que-para-un-descosido. El Estatuto de Autonomía dice que el Proyecto de Presupuestos deberá registrarse en las Cortes antes del 15 de octubre de cada año, lo cual no podía cumplirse mientras sin aprobar previamente el denominado “techo de gasto”, trámite preceptivo que aún no se ha activado.

No hilé fino al considerar que, ante la previsible falta de apoyos parlamentarios para aprobar unas nuevas cuentas, resultaba baldío el esfuerzo de elaborarlas. Quedaba la opción de eludir esa obligación estatutaria y prorrogar las vigentes en 2024, evitándose además con ello el riesgo de sufrir un revolcón parlamentario en el “mausoleo” de Villa del Prado.

Pero ese esfuerzo no ha resultado baldío. Basta con echar un vistazo a la prensa regional y provincial, que ha dedicado portadas y páginas a tutiplén presentando lo que es un mero borrador, no ya como un Proyecto legislativo, sino como si fuera una Ley ya aprobada por las Cortes. Un despliegue “informativo” en el que nunca se presentan los capítulos y partidas como lo que son, simples propuestas de gastos e ingresos. Se presentan como si fueran cosa hecha, proporcionando así de forma gratuita (en la doble acepción de la palabra) páginas y páginas de pura propaganda a mayor gloria del gobierno Mañueco. Ahí está la rentabilidad de la maniobra y ello explica que la Junta se haya empeñado en presentar nuevos Presupuestos a sabiendas de que serán tumbados en el «mausoleo». Precisamente por saber que no serán aprobados se inflan unas inversiones ficticias de cuyo incumplimiento se responsabilizará después a la oposición con el argumento de que carece de la «altura de miras» invocada por «Fonsi».

Ante ello, el todavía secretario autonómico y portavoz parlamentario del PSOE, Luis Tudanca, considera que se trata de unos Presupuestos “fake”, de una operación electoralista que le sirve a Mañueco para ir construyendo un “relato” con el que justificar un eventual adelanto electoral. Una nueva anticipación que ciertamente pillaría en paños menores tanto a los socialistas como a Vox, cuyo anterior candidato, García-Gallardo (Ga-Ga jr.), está en situación interna igualmente precaria. Bien es verdad que, al alertar sobre ese nuevo adelanto, Tudanca intenta por su parte justificar la extrema urgencia con la que ha pretendido celebrar las primarias internas del PSOE de Castilla y León.

Al presentar lo que la Junta denomina “anteproyecto” de Presupuestos, Mañueco ha desvinculado la suerte de su tramitación parlamentaria de esa eventual anticipación electoral. Pero la hemeroteca nos dice que en diciembre de 2021 aseguraba día sí día también su voluntad de agotar la legislatura, y lo hacía solo unos días antes de cesar por sorpresa al vicepresidente de la Junta y demás consejeros de Ciudadanos, disolver las Cortes y y convocar elecciones autonómicas para febrero de 2022. 

Dar crédito a todo lo que dice Mañueco es de una candidez candorosa, valga la redundancia. En todo caso, si por él fuera, ya habría convocado elecciones, pero esa es una decisión que, por su repercusión sobre la política nacional y sobre los pactos municipales PP/Vox en vigor, no puede adoptar por su cuenta el presidente de la Junta sin contar con el plácet de Núñez Feijóo.

El servilismo “informativo” hacia la Junta -quien paga, manda- no conoce límites y a veces llega a la cuadratura del círculo. Es el caso del “editorial” perpetrado por un periódico de ámbito regional a propósito de los Presupuestos y en concreto sobre la postura de Vox. “Sería el colmo de la política de lo absurdo dejar un gobierno para luego aprobar los presupuestos a su oponente en año preelectoral”, afirma, a mi juicio con toda lógica, en uno de sus párrafos. Pero a renglón seguido se insta a Vox a que los apoye: “Vox debería buscar algún argumento para dejar a los habitantes sin el instrumento más importante para el crecimiento de un un territorio. De momento solo excusas”. Átese esa mosca por el rabo. 

Compas de espera, que no tregua, en el PSOE.- Entretanto, aunque Tudanca tomó la sabia decisión de frenar sus comparecencias victimistas ante emisoras y televisiones nacionales, las aguas internas en el PSOE de Castilla y León siguen bajando muy turbulentas. De tregua nada. Tudanca se reivindica ahora como un defensor de la “autonomía” del PSCyL : “Que sea la militancia la que decida y no cuatro en un despacho en Madrid”, ha declarado después de unos días en silencio.

Pero donde las dan, las toman. Y uno de sus principales apoyos, el alcalde de León, José Antonio Díez, enfrentado a morir con el secretario provincial de los socialistas leoneses, Javier Cendón, ha visto replicada su afirmación según la cual el trasfondo de la bronca era cuestión de “silloncitos, sueldecitos, cosas de este tipo”. Contraataque de Cendón dirigido conjuntamente a Tudanca y Díez: “Oye, yo siento que ninguno de los dos tenga donde volver, pero el mercado laboral es amplio y pueden encontrar trabajo si salen de la política…” 

Así vuelan los cuchillos cuando todo indica que Tudanca, que sigue sin desmentir ni confirmar su candidatura a la reelección, está sondeando los apoyos entre la militancia ante unas primarias que previsiblemente se celebrarán en enero. El todavía secretario autonómico permanece asimismo a la espera de conocer el candidato alternativo por el que apostará Ferraz, elección en la que sigo sosteniendo que contará, y mucho, la opinión de los ministros Óscar Puente y Óscar López, sin olvidar la preferencia que pueda mostrar el expresidente Zapatero.

Entre la media docena de candidatos que se vienen barajando, yo descartaría, simplemente por el potencial rechazo del electorado leonés, cualquier opción vallisoletana, lo que permitiría pasar de ese cáliz a la ministra Ana Redondo. No veo factible ninguna alternativa burgalesa y lo más plausible sería que la candidatura procediera de Soria. Y de ser así, me parecería de aurora boreal que la encarnara el cartel electoral el mismo que protagonizó la solemne majadería de encaramarse a un “papamóvil” blandiendo, a modo de hisopo, una escobilla de water…

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