“Ya se trabaja en vacunas contra el cáncer”

Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, es el autor del libro ‘Microbios y cáncer. Bacterias, virus, hongos y sus conexiones con los tumores’
Raúl Rivas, autor de 'Microbios y cáncer. Bacterias, virus, hongos y sus conexiones con los tumores'.

Hablar con Raúl Rivas, catedrático de la Universidad de Salamanca y autor de libros de divulgación científica, siempre es un placer, porque al ser tan curioso, investiga y adapta sus conocimientos a hechos, anécdotas y personajes de la vida cotidiana. Durante la entrevista hablara de Sara Montiel, de las investigaciones o del demonio de Tasmania. Todo ello, relacionado con el cáncer, pero el escritor le da naturalidad. Este sábado, 19 de octubre es el Día Mundial del Cáncer de Mama, qué mejor que leer desde la esperanza.

Raúl. ¿Por qué nos da tanto miedo la palabra cáncer?
Durante muchos años la palabra cáncer ha sido sinónimo de muerte. Hoy ya no es así. La palabra cáncer engloba muchas enfermedades diferentes, el cáncer no es una única enfermedad. Además, era una palabra que imponía por el desconocimiento a veces por la falta de tratamientos y muchas veces por la rapidez de los desenlaces. Afortunadamente, hemos conseguido, gracias a la investigación, a la ciencia, cronificar muchos tipos de cánceres, tener tratamientos, mejorar la vida de los pacientes…

¿Estamos al final del túnel?
Por desgracia, ahora mismo no vislumbramos un futuro cercano en el que hablemos de la erradicación del cáncer, pero sí un futuro cercano en el que cada vez tenemos mejores herramientas para tratar la enfermedad y que hoy, sí que es verdad, que estamos más cerca que ayer, de poder eliminarlo por completo, pero aún queda un largo camino.

¿Cuánto cree que ha hecho el cáncer por la investigación?
Es cierto que el cáncer es un tractor de la investigación, porque es una enfermedad muy mediática. Eso da mucha visibilidad y hace que los investigadores puedan obtener muchos recursos. De forma satélite a esto, otras enfermedades, investigaciones… también han ido tomando cuerpo dentro de la sociedad. Quizá el cáncer ha sido uno de los motores que ha hecho que la población se implique en conocer que es lo que se hace por el cáncer, que se puede hacer, que haya una mayor financiación por el cáncer…

¿Hay interrelaciones entre enfermedades y el cáncer?
Sí. De forma muy básica, el cáncer es la proliferación inadecuada y exagerada de unas células. Ahora bien, ¿por qué pueden venir dados esos tipos de cáncer? Puede haber factores exógenos, ambientales –contaminación-, conductuales –el consumo de alcohol, tabaco que además tienen otras enfermedades asociadas – o biológicos.

Por curiosidad, ¿se podrían investigar enfermedades respiratorias a través del cáncer de pulmón?
Hay veces que son diferentes, pero en otras ocasiones están relacionadas. Por ejemplo las infecciones con pseudomonas aeroginosa…

¿Perdón?
(Sonrisa) Pseudomonas aeroginosa están relacionadas con los enfermos de EPO y esto también tiene que ver con los trasplantes de pulmón que a veces son necesarios. Otro ejemplo, hablando de microbios y bacterias, las infecciones del helicobacter pylori que es un término al que estamos más acostumbrados, produce gastritis, ulceras gástricas y en casos graves, una infección crónica por el helicobacter pylori puede ocasionar cáncer de estómago.

Raúl Rivas, autor de ‘Microbios y cáncer. Bacterias, virus, hongos y sus conexiones con los tumores’.

¿El cáncer ha convivido con nosotros siempre?
Sí. Hay señales de que ya los neandertales o nuestros primeros ascentros dentro de la especie Homo Sapiens padecían diferentes tipos de cáncer. Algunos cuadros de pintores del Renacimiento muestran malformaciones y algún cuadro de Rafael ya muestra lo que parece ser un cáncer de mama. Es una enfermedad arcaica. Ha convivido con nosotros y con muchos otros animales desde siempre.

¿Siempre le hemos tenido el mismo temor al cáncer o ha sido al ponerle nombres?
El desconocimiento de a qué era debida la muerte hacía que no se pusiera nombre a la enfermedad. Se morían y no se sabía por qué. Con el avance del conocimiento sabemos que es debido a una infección, a un determinado tipo de cáncer, a una enfermedad genética… Está bien poder nombrar a la enfermedad, porque nos permite poder aplicar medidas de control y prevención y buscar tratamientos o soluciones adecuadas.

Hablemos de Sara Montiel. Me ha sorprendido que no escogiera Fumando espero y lo hiciera con Bésame, bésame mucho… Parece que ambos cuplés podrían asociarse al cáncer…
Sí, es verdad. Escogí el de Bésame mucho porque es bonita y ha sido interpretada por muchos artistas en las últimas décadas. Me venía muy bien para hablar de la enfermedad del beso, que está ocasionada por un virus, el Epstein-Barr, que tiene unas connotaciones cada vez más conocidas, muchas personas están infectadas de Espstein-Barr o lo van a estar. Estoy hablando de un porcentaje altísimo a nivel mundial. En algunos casos, no solo desarrollan síntomas leves, también en determinados contextos, por ejemplo en el africano, algunos niños infectados con este virus desarrollan lo que conocemos como linfoma de Burkitt. Y, en los últimos años este virus Esptein-Barr se ha relacionado, de una forma relativamente estrecha, con el desarrollo de la esclerosis múltiple. Un mismo agente puede estar vinculado a diferentes enfermedades.

Por curiosidad. ¿Qué le dice su editor cuando le propone títulos como el de su último libro: Microbios y cáncer. Bacterias, virus, hongos y su conexión con los tumores?
(Risas) Normalmente hay una tormenta de ideas y la mayoría de las veces, el título es lo último que se pone.

¿De verdad?
Sí, en este último, desde el principio fue el que tiene. Eso sí, los ‘apellidos’ son posteriores, porque hay una idea que propongo y hasta ahora, todas las que digo, les parece bien. Tiene que ser algo significativo y que sea una parte del libro o que resuma el contexto global, que llame de la atención. Eso sí, a veces es complicado escoger el título del libro.

Casi que viendo la portada podría hacerle la entrevista por la batería de preguntas con las que interpela al lector.
Es verdad. Esa es la idea.

Le hago algunas de las que plantea. Si ya es terrible el cáncer, si además es contagioso… que el último apague la luz…
Totalmente. Hoy por hoy no existen cánceres contagiosos en humanos, pero sí en otros animales. Hay algunos ejemplos característicos.

Por ejemplo.
Algunos perros tienen cánceres contagiosos.

Raúl Rivas, autor de ‘Microbios y cáncer. Bacterias, virus, hongos y sus conexiones con los tumores’.

¿Qué es un cáncer contagioso?
Que las células cancerígenas actúan como agentes infecciones. Es decir, que son capaces de infectar por contacto a un individuo sano. Una vez que lo infectan, se reproducen en ese individuo sano formando el cáncer. Ocurre en perros, en almejas y mejillones, que es un problema para la producción, y sobre todo en el diablo de Tasmania, que está en peligro de extinción y es precisamente porque tiene dos tipos de cánceres contagiosos, que lo hacen por contacto. Los machos son territoriales y muy agresivos, cuando se encuentran con uno de su especie luchan por el territorio, por el espacio reproductivo, se muerden, arañan… y en esa lucha, los que están infectados, contagian. Por eso, aparecen en la cara del animal las primeras muestras y son letales.

Esta pregunta que plantea en su libro me encanta por su sonoridad. ¿Son carcinógenas las aflatoxinas de los hongos?
Sí. Son una especie de toxina que producen algunos hongos del género aspergillus que ocasionan afección pulmonar. Cuando tenemos alimentos con el típico moho, no se deben consumir. No es suficiente con cortar donde está el moho, porque muchas de las sustancias que producen los hongos se difunden en el alimento. Cuando hay una fruta con moho, aunque sea poco, la fruta sabe diferente. Es recomendable que vaya a la basura.

¿Qué pasa con el queso que tiene moho?
Ese no es el caso, porque hay alimentos que producimos con hongos, que son conocidos. Por ejemplo, el queso Roquefort se produce con el hongo Penicillium roqueforti, de aquí su apellido. Lo mismo ocurre con el queso Camembert, que se produce con el Penicillium Camemberti.

Y esta por su esperanza. ¿Podemos prevenir el cáncer?
Sí, algunos tipos de cáncer.

¿Cómo?
A veces de manera sencilla, con hábitos de vida saludable, una dieta equilibrada…

Incluso si hay un componente genético…
El hecho de que nosotros sumemos los factores de riesgo, aumenta las probabilidades de desarrollarlo. Por eso, no consumir alcohol, tabaco, el estrés tampoco es adecuado… Esto lo previene. Pero, también las hay directas, ya que hay algunos tipos de cánceres que claramente son producidos o aumenta la probabilidad por un factor biológico.

¿Cómo cuáles?
Los que tienen una relación con los virus, por ejemplo el del papiloma humano que causa distintos tipos de cáncer y algunos virus son muy agresivos. Pueden causar cáncer de cuello uterino, ano, pene, vagina o de garganta, según qué tipo de prácticas sexuales se realicen. De hecho, están aumentado mucho los cánceres de garganta derivados del papiloma humano.

¿Qué se puede hacer?
Afortunadamente, hay vacunas contra el virus del papiloma humano y es conveniente que se pongan a los niños en edades tempranas.

¿Por qué?
Porque el virus del papiloma humano está muy extendido entre la población. Entramos en contacto con este virus a través de los encuentros sexuales. Vacunamos en edades tempranas, porque se entiende que todavía no ha habido encuentros sexuales con los niños. Una vez que estás infectado, la vacuna no es efectiva. Sin embargo en las primeras etapas es muy efectivas para proteger a niñas y niños.

Hay más cánceres que se pueden prevenir mediante una vacuna.
Sí. El otro es el de hígado que son provocados por el virus de la hepatitis B. Cuando el virus de la hepatitis B se cronifica causa diferentes tipos de problemas hepáticos que pueden mutar en cáncer de hígado. El virus de la hepatitis B es vacunable.

Raúl Rivas y Roberto Martín presentan en Santo Ochoa el útlimo libro del catedrático de Microbiología de la Usal.

¿En qué lugar está ahora el cáncer?
Tenemos que ser conscientes de que no pasamos de un carro tirado por caballos a tener un Fórmula 1. Eso en ciencia no existe. Se van dando pequeños pasos. Avanzando siempre en la dirección correcta. De momento, es positivo lo que ha pasado en las últimas épocas. Una de las cosas que veremos en el futuro serán nuevas vacunas contra el cáncer. No contra los agentes que provocan cáncer, si no vacunas contra algunos tipos de cáncer. Ya hay algunas en desarrollos.

¿En qué cánceres?
En el de páncreas, que era de los peores. Este es uno de los cánceres que ha cambiado sustancialmente en los últimos veinte años. Evidentemente sigue siendo un problema grave, pero no es igual que a principios del siglo XXI.

En ciencia esos veinte años es como unos segundos…
Efectivamente. Hay vacunas que basadas en el famoso ARN Mensajero, del que tanto hemos oído hablar y que tantas alegrías nos ha dado en relación a la pandemia del Covid.

Al final sí que están interrelacionadas las investigaciones…
Muchas. A partir de esa terminología ARN Mensajero, se están poniendo en marcha vacunas diferentes para enfermedades de todo tipo. Algunas de ellas enfermedades emergentes, consideradas graves, como por ejemplo el virus Nipah o una vacuna eficaz contra todos los coronavirus o la gripe, mucho más eficaz de la que tenemos. Algunas de ellas son vacunas de ARN Mensajero para combatir algunos tipos de cáncer.

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