Escuela de Tauromaquia y el San Mateo

El Ayuntamiento y la Diputación participamos en la creación de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. En la provincia donde se contabilizan más ganaderías de España se echaba en falta una enseñanza reglada para el aprendizaje del arte del toreo. Firmamos un convenio para promocionar la fiesta de los toros, amén de impartir enseñanzas culturales y profesionales necesarias para dicha actividad. Se creó un patronato para hacer un seguimiento de la actividad de la escuela. El Ayuntamiento aportó para su mantenimiento un millón de pesetas y la Diputación, verdadera titular de la misma, cinco millones. Dos años duró la participación del Ayuntamiento en la experiencia.

En junio de 1985 inauguré con Nacianceno Viera, director provincial del MEC, el parvulario del colegio Filiberto Villalobos. Fueron puestas en funcionamiento seis unidades para 200 chavales. Mientras duraban las obras, los niños estuvieron albergados en los locales de la Asociación de Vecinos NAVEGA. Ese mismo día se abrieron dos aulas de pretecnología destinadas a laboratorios. Las obras importaron 20 millones y fueron sufragadas íntegramente por el Ayuntamiento.

Y ese mismo año se construyeron en Garrido cuatro aulas de preescolar y pistas polideportivas. Con esta apertura las necesidades de Garrido, el barrio más poblado de Salamanca, quedaron atendidas. En julio de 1985 el Ayuntamiento aportó terrenos al MEC para construir un centro de 16 unidades de EGB y cuatro de preescolar en el nuevo colegio de San Mateo, también en el barrio Garrido. Era uno de los compromisos del convenio firmado con el Ministerio de Educación.

El Ayuntamiento aportó los 10.000 metros cuadrados que compramos a Mercasalamanca. Los metros adquiridos al mercado de mayoristas fueron más de los trasferidos al MEC, superaron los cuarenta mil. Parte del solar sobrante fue utilizado para construir un centro de formación profesional. Por la totalidad de los terrenos pagamos 70 millones de pesetas y se nos dieron facilidades para el desembolso. La obra del colegio se realizó en un tiempo récord, costó algo menos de un año construir un edificio de tres plantas, con patios escolares, en la Avenida de los Cipreses. El monto final de la inversión ascendió a 107 millones de pesetas.

Las instalaciones deportivas del nuevo colegio sirvieron también para el uso de los alumnos del viejo San Mateo, en la calle Juan de Garay, que carecían de ellas. Entraron en funcionamiento en el curso 1987-88. Por fin se veía cumplida la petición insistente de la Asociación de Padres de Alumnos del viejo San Mateo. Su inauguración tuvo lugar en junio de 1987. Ese día visitamos también las obras de la segunda fase del Instituto de la Vaguada que iban a buen ritmo, en las que se invirtieron 200 millones de pesetas. El viejo San Mateo siguió funcionando con algunas unidades de EGB y preescolar, pero sin el hacinamiento de otros tiempos.