Sanidad estudia si el mosquito tigre ha llegado a Castilla y León

La Consejería cuenta con trampas en las nueve provincias para detectar la presencia de este insecto posible transmisor de enfermedades como el dengue, Zika, fiebre amarilla y Chikungunya
Mosquito tigre. Foto. Greenapps&web

La Consejería de Sanidad trabaja en detectar la presencia del mosquito tigre en Castilla y León, un insecto que si está infectado puede transmitir enfermedades como el dengue, zika, fiebre amarilla y chikungunya, y que fue detectado por primera vez en España, en Cataluña, hace ahora 20 años. Esta especie exótica invasora, la Aedes albopictus, ya se ha establecido en todo el litoral mediterráneo, desde Girona a Cádiz y en Baleares, y ha hecho acto de presencia en las comunidades de Aragón, Castilla- La Mancha, Extremadura, Galicia, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja.

Ante este escenario, “todo apunta, a que podría haber llegado a Castilla y León”, según avanzan a Ical fuentes de la Dirección General de Salud Pública, que trabajan para fijar un sistema de vigilancia que permita la identificación temprana de la presencia de este mosquito y ampliar el sistema de vigilancia de los vectores antrópodos en la Comunidad.

De hecho, hace tres veranos, la plataforma de Mosquito Alert lanzó la primera identificación en Castilla y León, en la urbanización Lastras, en Sotillo de la Adrada (Ávila). La misma plataforma clasificó como probable otra imagen obtenida en julio de 2023 en el municipio de Palazuelos de Eresma (Segovia). Además, se han detectado ya en algunas ocasiones personas infectadas por estas enfermedades endémicas en la Comunidad, tras un viaje.

Mosquito Alert es una iniciativa que permite a la ciudadanía reportar la presencia de mosquitos mediante fotografías. La detección temprana de estos es posible gracias a su sistema de alertas que combina la rapidez de la inteligencia artificial (IA) con la precisión humana que aporta la comunidad de especialistas en entomología ReNED (Red Nacional de Entomología Digital).

Trampas

Para detectar la llegada del mosquito tigre, la Consejería de Sanidad ha colocado trampas de ovoposición en las nueve provincias, con un mínimo de cuatro trampas, en las que las hembras colocan sus huevos. Están en zonas susceptibles de su presencia, como áreas de estacionamiento de vehículos que procedan de zonas limítrofes, áreas de de descanso y zonas comerciales. “El mosquito se distribuye bajando de los vehículos, no volado. Con lo cual, si hemos viajado a un sitio donde había, cuando llegamos a casa, a una gasolinera… se baja con nosotros, y si encuentra las condiciones ambientales, empieza a multiplicarse”, explican los responsables de este estudio a Ical.

Las trampas de ovoposición están colocadas en zonas de sombra, entre hierbas o arbustos, ocultas, en lugares sin corrientes de aire, a nivel de suelo y alejadas de sistemas de riego. Cada diez días se retiran las tablillas para su estudio, y se envían a la Unidad de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.

El periodo de muestreo concluirá a principios de noviembre, cuando finaliza la temporada de actividad de este insecto, y los resultados podrían ver la luz a finales de año. Una vez analizadas las muestras, se elaborarán los informes pertinentes y, en caso de que se certifique la presencia, se tomarán las medidas que se consideren oportunas, explicaron desde Sanidad.

En materia de vigilancia de vectores artrópodos Castilla y León cuenta desde 1995 con el Subprograma para la prevención y control de las antropozoonosis transmitidas por garrapatas, que ha permitido identificar, por ejemplo, las garrapatas que se fijan en las personas, estudiar determinados patógenos que pueden albergar y mejorar la información sobre las medidas para la prevención y control de las enfermedades que pueden transmitir.

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