El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha calificado de “absolutamente insólito” el descarrilamiento de un tren en el túnel que une las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín ocurrido este fin de semana y que ha contribuido al caos ferroviario entre la capital y el este peninsular. Además, Puente no ha descartado la hipótesis de que se haya tratado de un sabotaje.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible continúa investigando el descarrilamiento de un tren que este sábado en el túnel entre las estaciones de Atocha y Chamartín y que contribuyó al caos ferroviario entre Madrid y el este peninsular, dando lugar a una treintena de trenes cancelados y dejando a cerca de 17.000 pasajeros afectados.
“El sábado, a primera hora de la tarde, en un hecho absolutamente insólito, un tren que iba remolcado a taller desde Puertollano, llega a Chamartín, se desprende e inicia una marcha enloquecida por el túnel y acaba contra una de las paredes”, explicaba el ministro. “Este hecho es muy grave y está bajo investigación, porque desde luego no es que no sea frecuente, es que es prácticamente insólito”, afirmaba en una entrevista en Radio 4.
Junto a ello, el ministro vallisoletano no ha descartado ninguna posibilidad sobre el incidente, entre ellas un posible “sabotaje”. Si bien, sobre esto último admitía que, “no sería responsable por mi parte abonar una tesis sin tener pruebas”. “Vamos a ver qué ha pasado, si es un fallo humano, del material, pero es algo llamativo”, insistía Puente, asegurando que este lunes el servicio ferroviario ya se ha “establecido con normalidad”.
Pese a todo, cabe tener en cuenta que el principal motivo que desencadenó el caos ferroviario este fin de semana fue el intento de suicidio por parte de un hombre, quien amenazaba con arrojarse a la vía desde el puente donde “confluyen todas las vías de Alta Velocidad y Cercanías”. Esto llevó a que Policía Local y Bomberos solicitaran a Adif la suspensión de la tensión eléctrica de la catenaria de todas las vías.