El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado de Gregorio Ruiz y Alberto Egido Martínez, presidente y director general del Grupo Ruiz, respectivamente, y Alfredo Ibáñez, gerente de la empresa concesionaria, Salamanca de Transportes, ha presentado este martes siete nuevos vehículos que se incorporarán a la flota total del transporte urbano que cuenta en la actualidad con 62 vehículos de los que el 45% son propulsados por Gas Natural Comprimido, consolidando a Salamanca como una de las ciudades españolas con más proporción de autobuses ecológicos de gas natural.
Se trata de siete vehículos de los que seis servirán para sustituir a los que han cumplido doce años de servicio, mientras que el séptimo se destinará a la reserva para mejorar el servicio (sustitución de averiados, accidentados o en revisión) o para realizar servicios de refuerzo si fuera necesario. Las nuevas unidades comenzarán a funcionar desde este miércoles y se destinarán a diferentes líneas con el objeto de que discurran prácticamente por toda la ciudad.
Los siete nuevos vehículos, de 12 metros de longitud, incorporan importantes novedades respecto a los anteriores como una silla portabebés, rampa manual de emergencia, para asegurar la accesibilidad de las personas usuarias de sillas de ruedas, y cámara trasera de marcha atrás, para mejorar la seguridad de estas maniobras.
Los siete autobuses han costado 1,5 millones de euros (en realidad se pagarán seis y el fabricante ‘regala’ el séptimo).
Protestas
Mientras Mañueco y los directivos de la empresa concesionaria inauguraban los nuevos vehículos, un grupo de manifestantes protestaba en la plaza de la Concordia por el despido de una conductora con actividad sindical.
Gritos alusivos a la caja B del PP y al despido sirvieron de ‘animación’ al acto institucional.
Mañueco, junto a Ángel Lago, Gregorio Ruiz (a la derecha) y Alberto Egido Martínez, presidente y director general del Grupo Ruiz.
