Estas cuatro posturas de yoga nos ayudan con el bajón de otoño. Bienvenidos a vuestra columna sobre yoga de Yoga Ganesha.
El otoño ha llegado, y con él, el descenso de la temperatura, el fin de las vacaciones, y esa inevitable, para algunos (me incluyo) sensación de hastío que nos recuerda que estamos a años luz del próximo verano. Pero no temas, porque el yoga es el antídoto perfecto para esas tardes grises en las que te preguntas si podrías convertirte en un erizo y pasar los próximos meses en un agujero. Aquí te traigo cuatro posturas que te ayudarán a sobrellevar la estación con gracia (o al menos sin derrumbarte como una hoja cayendo).
1. El Gato y la Vaca: Marjaryasana y Bitilasana
Estas dos posturas en pareja son como un café calentito para tu espalda. Mientras alternas entre redondear la columna como un gato estirándose y arquearla como una vaca contenta liberas tensión de toda tu espalda. Perfecta para esos días en los que llevas bufanda, abrigo y todo lo que pillas, y tu cuello empieza a sentir que vive en una prisión textil.
2. Perro que Mira hacia Abajo: Adho Mukha Svanasana
Si el otoño fuera una postura de yoga, probablemente sería el Perro que mira hacia Abajo: te inclinas hacia la tierra mientras intentas mantenerte optimista. Esta postura estira todo el cuerpo, mejora la circulación y te da una excusa para ver el mundo al revés. También abre tu pecho y te ayuda a dejar de estar encogido por el otoño. Y como digo en mis clases y os reís: “Puedes descansar en tu perro que mira abajo.”
Adho Mukha Svanasana. Fotografía Juan por el Mundo
3. La Postura del Camello: Ustrasana
Esta es la postura que todos necesitamos cuando el otoño nos aplasta el ánimo. Aquí puedes abrir el corazón y aceptar que esta estación es tan bonita… ¡Con esos colores! Es para no esconderse bajo las sábanas y querer despertar en marzo.
4. La Postura del Guerrero II: Virabhadrasana II
Si te estás sintiendo más guerrera que eriza, esta postura es para ti. Con los pies firmes en el suelo, los brazos extendidos y una mirada de «ni el frío ni el cambio de hora me van a vencer». El Guerrero II es una excelente manera de recordar que, aunque el otoño te abrace con su poder de cambio, tú sigues siendo constante con tu práctica. Además, después de unos minutos, tu cuerpo entrará en calor, ¡sin necesidad de la chimenea!
Así que la próxima vez que el otoño te abrume, en lugar de buscar una cueva para hibernar, saca la esterilla de yoga y ríete del hastío. ¡El invierno ya vendrá, pero tú estarás más fuerte que nunca!
Y tal vez eres de las personas que adora el otoño, incluso es su estación favorita… ¡te admiro! Si es así, estas posturas de yoga te harán disfrutar más de esta estación de bellos colores.
Que tengas un buen día y cuides tu energía.