Villamayor pone en marcha la recogida de residuos orgánicos

Los 200 contenedores de 1.200 L de color marrón se ubicarán en los 182 puntos de recogida que hay repartidos por el término municipal, así como de las 45.000 bolsas compostables
Los 200 contenedores de 1.200 L de color marrón se ubicarán en los 182 puntos de recogida que hay repartidos por el término municipal, así como de las 45.000 bolsas compostables.

El Ayuntamiento de Villamayor comienza el proceso de implantación de  selección y recogida de los residuos orgánicos generados en el municipio, completando así, de forma ordenada, todas las fases selección, recogida y tratamiento de los residuos urbanos fracción resto, voluminosos, restos vegetales, residuos especiales, papel,  cartón, envases, vidrio, aceite doméstico y RCD.

Villamayor da comienzo a la  implantación de un nuevo sistema de recogida y gestión de la fracción orgánica producida en los domicilios, en el sector servicios y comercial del municipio, con una inversión financiada por los fondos de la Unión Europea, el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, y la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Villamayor que aporta 40.000 €, de la totalidad de los 130.000 € que supone la puesta en marcha de dicho nuevo servicio.

Tras la llegada de los 200 contenedores de 1.200 L, de color marrón, que se ubicarán en los 182 puntos de recogida que hay repartidos por el término municipal, así como de las 45.000 bolsas compostables, que se repartirán entre las viviendas y vecinos del municipio, el proceso de implantación ha dado comienzo.

Para la puesta en marcha, y conclusión de un buen uso y funcionamiento del nuevo sistema, se ha llevado a cabo una programación ordenada de actuaciones, que, desde ahora, y hasta el mes de diciembre del 2024, concluirá con la puesta en marcha del servicio.

El cronograma comienza con la divulgación, información y concienciación del proyecto. Desde el pasado martes, la empresa adjudicaría de esta parte del proceso de implantación, ha dado comienzo a la comunicación y divulgación del proyecto, mediante charlas informativas y divulgativas en el IESO. Estas charlas continuarán en el resto de centros de educación para, pasar después, a ser convocadas con asociaciones de vecinos y empresarios de varios sectores, comunidades de propietarios y usuarios en general, mediante información puerta a puerta, así como de la instalación de puntos informativos.

Concluida la primera fase, de dará paso a la instalación progresiva de los contenedores, así como al reparto gratuito de las bolsas óptimas para la gestión de estos residuos. Finalmente, se concluirá con el despliegue de la totalidad de contenedores, manteniendo al constante y continua formación e información ciudadana sobre la forma de gestionar este tipo de residuos.

La puesta en marcha de esta nueva modalidad de gestión y retirada de parte de los residuos que se generan en el municipio traerá dos mejoras importantísimas.

La primera, una gestión más beneficiosa para el medioambiente. Con la separación en la gestión de los residuos orgánicos,  que básicamente son  aquellos compuestos de materia biodegradable,  como  restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, tapones de corcho (sin añadidos de plástico u otros materiales), cerillas y serrín, papel de cocina y servilletas sucias, se permite, que su tratamiento posterior, disminuye el coste de su tratamiento, mediante procesos menos agresivos para el medio ambiente, disminuyendo  la carga del vertedero y aumentando, por tanto, su vida útil. Del mismo modo, el residuo que acaba en el vertedero es más estable, facilitando su gestión, y es menos contaminante al no tener carga orgánica y generar menos lixiviado, gases de efecto invernadero y menos contaminantes a la atmósfera.

Los 200 contenedores de 1.200 L de color marrón se ubicarán en los 182 puntos de recogida que hay repartidos por el término municipal, así como de las 45.000 bolsas compostables

La según, es económica. Disminuyendo el volumen de toneladas que residuos que hoy se remiten al CTRU de Gomecello, y por lo cual el Ayuntamiento paga una tasa de gestión, está disminuirá, pudiendo destinarse a la ejecución de otros proyectos medioambientales.

Con la puesta en marcha de este servicio, se hace un llamamiento a la reflexión a los vecinos de Villamayor, recordándoles que todos tenemos una responsabilidad común, de cuidado del medio ambiente, haciendo lo posible para frenar el cambio climático a desertización y deterioro de nuestro territorio, así como frenar los riesgos para la salud que la contaminación lleva aparejados, por esto es precisa la colaboración en la separación de residuos, pues la única manera de conseguir cuidar el medio ambiente es hacerlo entre todos y todas.

En la actualidad, en las vías públicas del municipio de Villamayor, se encuentran distribuidos 352 unidades de contenedores para la fracción “resto”, localizados en 182 puntos de recogida en superficie, que, a partir de enero del 2.025, compartirán espacio con los nuevos recipientes marrones para el residuo orgánico.

La recogida de los residuos, sufrirá una variación respecto al sistema actual, variando levemente la frecuencia de recogida durante los meses “fríos” y aumentándola durante el verano para prevenir problemas de malos olores, siendo, cada dos días en los meses fríos y una recogida diaria durante los meses de verano.

El importe que ayuntamiento actualmente destina a este servicio llega a los 400.000 €, de los que 246.000 € cubren los contratos de recogida y traslado de los residuos y, los 154.000 € restantes, abonan los tributos y tasas por el tratamiento de estos residuos.

En el año 2023, si tener en marcha el contenedor de orgánico, se recogieron 2.343,860 Toneladas, en los recipientes actuales de fracción “resto”. Estimando que un 48% de lo recogido en el contenedor “gris-resto” correspondiese a residuos orgánicos, se podría indicar a que las cantidades recogidas de materia orgánica en el municipio alcanzarían cantidades entorno a las 1.125 toneladas anuales, en el supuesto en el que todos los vecinos participasen activamente en la separación de la fracción orgánica. Con esta separación y posterior gestión, se abarataría, casi en ese mismo porcentaje, la cantidad destinada al pago de los cánones por el tratamiento de los residuos urbanos.  

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