Opinión

Ojos

Tengo la manía de mirar a los ojos de las personas. Al escuchar mirar directamente, no solo porque los ojos son el espejo del alma sino sobre todo porque en ellos están las emociones y sentimientos más personales, la verdad total y profunda de quiénes somos. La mirada no suele mentir: es más expresiva que el propio silencio. Nuestros ojos no pueden ocultar nuestras identidades y deseos más puros.

De niños empezamos a hablar sin palabras con nuestras miradas. Vamos descubriendo la sorpresa de la vida sin decir nada, ellos nos enseñan el sentido de todo con sus preciosos ojos: mirar, contemplar, atender, esperar… ¿es algo más la vida…?

Desconfiemos de las personas que hablan sin mirarnos de frente. Parecen ocultar algo o tener miedo a ser descubiertos- Los diálogos cinematográficos de miradas sin hablar solo los soportan las grandes figuras. Saber mirar es de personas maduras que conllevan un largo recorrido vital de emociones y experiencias. Amamos y nos ofrecemos con nuestros ojos. Escuchamos y empatizamos acogiendo la mirada de los otros.

Si el amor reside en alguna parte de nuestro cuerpo es en los ojos. En ellos se refleja también la belleza de cómo nos sentimos por dentro o los males y defectos que nos abruman. Y es que nuestros ojos hablan todas las palabras que callan nuestras lenguas. Nuestra mirada es el mejor medio de comunicación del mundo. Por ello no me gustan las personas que sin hacer sol o en los interiores de los edificios llevan puestas esas enormes gafas negras… ¿qué quieren ocultar…? ¿de qué se esconden…? No se trata de una moda más, para mi es que su autoestima y su mundo interior andan debilitados.

No hay nada mejor que una mirada limpia y serena que se ofrece con naturalidad, siempre desde este presente sin caer en el error de mirar el pasado o nuestras relaciones anteriores con los ojos actuales. Somos y estamos aquí y ahora con los ojos que la edad nos brinda en cada etapa. Y aunque cansados o envejecidos por el tiempo siempre conservan su luz y su belleza. Porque los primeros besos y las palabras más dulces no los damos con la boca, sino con la mirada. Y la fuerza del mirar es para siempre.

Mirémonos despacio: a los que amamos, a los nuevos que conozcamos, a nuestros vecinos y amigos. Pidámosles que se detengan y que también ellos nos miren. Detengamos la rutina y pesantez de los días y dialoguemos mirándonos. Cuando ya se nos han ido los seres queridos nos arrepentimos de no haberles mirado y tocado lo suficiente. No lo dejemos para cuando ya no pueda ser. Quitémonos las vendas, las máscaras y las gafas y acercándonos a los demás contemplemos sus ojos en silencio y se nos clareará la propia existencia.

“Levanta hacia mi tus ojos, tus ojos lentos, y ciérralos poco a poco conmigo dentro…” –Gerardo Diego-

5 comentarios en «Ojos»

  1. Me ha gustado mucho. La mirada es la voz que primero sale del cuerpo y que por si misma , mejor comunica nuestro interior.

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  2. Me nace de la lectura pausada con los ojos del corazón y los ojos de los sentidos que, solo nos sentimos personas cuando miramos y somos mirados.
    Gracias por la sensibilidad en reparar.

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  3. «Tus ojos son ventanas que dan a tu cuerpo. Si abres bien los ojos con asombro y fe, tu cuerpo se llena de luz. Si vives con los ojos entrecerrados, en la codicia y la desconfianza, tu cuerpo es un sótano mohoso.

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