El magistrado del Tribunal Supremo Ángel Luis Hurtado, que instruye la causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha ordenado el registro del despacho de este último, así como la incautación de su teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos. Si bien, este movimiento se produce sin que el juez haya indicado qué indicios tiene contra el fiscal para ordenar la incautación.
Ángel Luis Hurtado, que fue presidente del tribunal del primer juicio del caso Gürtel, ha sido el magistrado designado por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en la causa abierta contra el fiscal general del Estado por la supuesta revelación de secretos por la filtración de información sobre el caso de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Este miércoles, Hurtado rubricaba el auto de incoación de diligencias previas contra el fiscal, ordenando a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el registro de su despacho y la incautación del móvil y otros dispositivos electrónicos de García Ortiz. Se trata de la medida de mayor injerencia, que se produce, además, sin que el magistrado haya indicado qué indicios tiene contra el fiscal como para ordenar la incautación.
Así pues, según informa Público citando fuentes cercanas a García Ortiz, el movimiento de Hurtado ha sorprendido incluso al propio fiscal, quien no se esperaba el registro de su despacho y la incautación de su teléfono móvil. Además, juristas consultados por ese medio han calificado la decisión del juez del Supremo como “injustificada”, “exagerada” o “disparate”.
Ángel Luis Hurtado se dio a conocer durante el primer juicio del caso Gürtel, formando parte del tribunal que condenó al PP a título lucrativo. Fue el magistrado emitió un voto particular contra el veredicto, y ya durante el juicio trató de favorecer al partido intentando evitar que Mariano Rajoy y los principales exministros ‘populares’ fueran citados a declarar en calidad de testigos.