El Ministerio de Hacienda pretende ampliar durante al menos tres años más y con posibilidad de hacerlo permanente el impuesto extraordinario a la banca creado en el año 2022 y cuya vigencia concluye el próximo 31 de diciembre. Esto se produce después de que el Ejecutivo no haya logrado los apoyos para extender la tasa a las energéticas, cuya vigencia también decae a finales de año.
Ambos gravámenes se crearon en el año 2022 con carácter extraordinario y su vigencia concluye el 31 de diciembre de 2024, tras prorrogarlos el año pasado por uno más. Ahora, el Gobierno pretende ampliar durante un mínimo de tres años la tasa que grava los beneficios de los grandes bancos. Sin embargo, no ha logrado reunir apoyos para hacer lo propio con el impuesto a las energéticas.
PSOE, Junts y PNV han acordado tumbar el impuesto a las energéticas y extender por un mínimo de tres años el gravamen a los grandes bancos, con posibilidad de hacerlo permanente. El fin del impuesto a las energéticas se produce especialmente por la frontal oposición de Junts al mismo tras la amenaza de Repsol de congelar inversiones en hidrógeno verde en Tarragona.
En este sentido, la compañía llegó a condicionar “a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España” entre 2.000 y 3.000 millones de euros en inversiones en el negocio industrial de la entidad. De la misma manera, Cepsa (ahora Moeve) también ha advertido que, si continuase el impuesto a las energéticas, se plantearía retrasar inversiones en España en favor de otros países.
Si bien, desde el PNV afirmaban que la tasa a las energéticas, que venía gravando el 1,2% sobre el importe de la cifra de negocio de las empresas que facturasen más de 1.000 millones en 2019, decaerá por factores ajenos a la formación vasca. Además, indicaban que a cambio de su apoyo a la tasa a la banca han conseguido la concertación de los impuestos a las multinacionales y la banca para que sean regulados por las haciendas forales.
El impuesto a la banca que el Ejecutivo pretende hacer permanente gravará el margen de intereses y comisiones obtenido por las entidades financieras, así como de las sucursales en España de entidades extranjeras. Además, tendrá un carácter progresivo, que irá desde el 1% hasta el 6% en función de la base liquidable, aunque permitirá la deducción del 25% de la cuota del Impuesto de Sociedades. Esta tasa contará con validez para los próximos tres años, aplicándose durante los tres ejercicios consecutivos a partir de 2024.