El municipio salmantino de Mogarraz vivió este viernes, Día de Todos los Santos, la noche de las almas blancas. Una tradición serrana que, cada año, reúne a cientos de mogarreños y visitantes a la luz de las velas para desfilar al ritmo de las plegarias por las almas en pena entre la iglesia parroquial y la ermita del humilladero.
El historiador e investigador Antonio Cea fue el encargado, una vez más, de entonar los cánticos tradicionales al encuentro de las mozas de ánimas. Los retratos de Florencio Maíllo volvieron, por tanto, a ser testigos tenebrosos del sobrecogedor juego entre las luces y las sombras.
A continuación, la plaza del Solano sirvió como escenario para reconfortar el cuerpo y el espíritu con una chocolatada acampada de bizcochos para todos los presentes.
Fotos: Ical/Vicente