«La gente está cansada y hasta arriba de barro. Hemos visto cómo se sacaba el barro con las manos, una impotencia,…» Así relata parte de su experiencia como voluntario en la zona cero de la riada de Valencia el director de cine salmantino Suso de la Nava, adonde se desplazó el viernes pasado a Valencia en la furgoneta cedida por fruterías Tardáguila que llenó de artículos de primera necesidad con su amigo Sergio, el policía nacional valenciano destinado en Salamanca.
Cuando en la categoría de primera necesidad se incluyen las palas, carretillas y botas de goma para achicar barro y agua de las casas y calles arrasadas por la riada, es que estás ante una catástrofe.
«Ha sido una experiencia muy dura, pero satisfactoria por la ayuda que hemos prestado. Volamos drones (Sergio y yo somos pilotos) y había sitios inaccesibles donde hicimos vuelos en huertas inundadas por si había cadáveres, llevamos un respirador a un enfermo que lo necesitaba, ayudamos a vaciar el agua de garajes,…», cuenta ya en Salamanca.
«Falta un mando único, no mandaba nadie y mandaba todo el mundo. La organización ha sido horrorosa. Atendíamos lo más urgente, ayer, a gente que estaba aún sin luz ni teléfono y llevaban dos días sin comer», prosigue.
«Ha sido una experiencia humana muy dura, por ver sufrir al prójimo, pero ayudas a salir a la gente adelante y eso te da una fuerza imprescindible para seguir», explica. «Luego viene el bajón de lo que has visto, escuchado, el silencio sepulcral a las siete de la tarde, con las calles llenas de muebles mojados,…»
Los voluntarios le han emocionado mucho a los afectados por la riada. «Solo el hecho de estar allí era lo más importante para ellos», señala el cineasta salmantino. «Una furgoneta de voluntarios se iba y como el material que llevaban se les estropearía, se lo dejaron a la familia de Benetúser a la que hemos ayudado, y han hecho en el garaje un punto de recogida para los vecinos que necesitaran algo de lo que dejaban. Han puesto el altavoz con el himno de Valencia,… emocionante. Es una señal de que la gente va levantando cabeza», relata.
Vídeo de Suso de la Nava del voluntario que descarga su furgoneta y le entrega la carga a una familia de Benetúser que, de inmediato, monta un puto de recogida para los vecinos.