Opinión

Al borde de la ansiedad

La riada en la provincia de Valencia.

Cada día es noticia una catástrofe, se nos plantea un problema y una desgracia se nos echa encima. A poco que nos ataña nos ponen al borde de la ansiedad. Ya saben, ese sentimiento que produce inquietud, temor y aprensión. El remedio no está en buscar culpables sino en sumar esfuerzos para hallar soluciones y ayudar a los afectados. Las disputas debilitan y desbaratan tanto como la climatología adversa.

El espejo en que hemos de miramos es el mismo, porque a todos nos concierne la situación de calamidad e incertidumbre en que se desenvuelve el mundo. Desquicios que surgen por doquier acompañados del descarrilamiento a que llevan los enfrentamientos políticos, la dejadez de funciones de algunos y las controversias entre los gurús mediáticos. Desarreglos que provocan que nos sintamos inseguros y tengamos dudas sobre el porvenir que nos espera.

La verdad, la mente no alcanza a controlar tantas emociones, sean de tristeza, rabia o impotencia. Les digo que irán a más las inundaciones que arrasan con todo si no se aprende a afrontar unidos la complicada emergencia climática a que nos enfrentamos y se desbanca a los que viven echándose la culpa unos a otros del laberinto en que nos han metido. Mejor eso que aguantar el espectáculo de necios contra ineptos y nos hagan ir y venir sin conducirnos a ninguna parte.

Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor


Aliseda, una puta coja (2018)
Lluvia de cenizas (2021)
Puesto a recobrar el aliento (2023)
Sombras en el jardín (2024)

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios