La aplicación de chatbot basada en Inteligencia Artificial ChatGPT puede presentar, como cualquier otro tipo de herramientas, fallos o problemas técnicos en determinadas ocasiones. A continuación, se explicarán algunos de los trucos que permiten solucionar y resolver las interrupciones cuando la plataforma no responda, se quede en blanco o muestre un mensaje de error.
En primer lugar, el error puede deberse a que simplemente la aplicación necesita un poco de tiempo para cargar. Esto puede ocurrir desde porque el servicio esté saturado por un pico de usuarios o temporalmente inactivo por un mantenimiento en los servidores. Por tanto, cuando el sitio web carga, pero la aplicación no responde, puede tratarse de una caída, por lo que esperando unos minutos puede solucionarse.
Otro de los motivos que pueden causar la demora es un fallo en la conexión a Internet. Para comprobar si esto es así, se recomienda revisar otras páginas y, si estas también presentan problemas, lo más probable es que se trate de un fallo en la propia red. Para solucionarlo se puede optar por reiniciar el router o, si persiste el problema, cambiar de red. En la misma línea, el fallo puede estar también en el propio navegador, por lo que también es aconsejable probar a abrir ChatGPT en el modo incógnito o en un navegador diferente.
También puede suceder que la sesión en la página haya caudado. En estos casos, cuando se haya dejado abierta la página durante un tiempo, el chatbot puede quedar inactivo. En este caso la solución es tan simple como cerrar y volver a iniciar sesión en la cuenta de OpenAI.
Cuando no sea posible acceder a ChatGPT desde el navegador, se puede intentar desde la propia aplicación móvil, que ofrece prácticamente las mismas funcionalidades que la versión web. Otra de las opciones para aquellos que necesiten acceso prioritario a la herramienta consiste en suscribirse al servicio de pago, que ofrece una experiencia más fluida.
Finalmente, también pueden interferir en el funcionamiento de ChatGPT los datos almacenados en caché y las cookies. Por ello, una buena opción para solucionarlo pasa por limpiar el caché. Si bien, en este caso hay que tener en cuenta que también se eliminarán datos como las contraseñas guardadas o el historial de navegación.