Los sindicatos negociadores del convenio colectivo del sector de la industria cárnica han convocado una huelga para la primera semana de diciembre a la que están llamados los trabajadores del sector a nivel nacional, y que en la provincia de Salamanca superan los 6.000. Entre las principales reivindicaciones de los sindicatos están un incremento salarial por encima del 3%, una reducción de la jornada de 15 horas anuales o el aumento de la retribución por nocturnidad.
“El sector cárnico va muy bien, las empresas se están hinchando a ganar dinero y lo que queremos es que esas ganancias las compartan con los trabajadores”. Así de tajante se ha mostrado Hilario Sancho Martínez, miembro de la mesa negociadora del Convenio Colectivo Estatal de Industrias Cárnicas, este viernes desde la sede de UGT en Salamanca.
En la misma línea, Juan Carlos García Serrano, responsable del Sector Agroalimentario de Fica-UGT en Castilla y León, ha cifrado la facturación de la industria cárnica en la comunidad en 3.750 millones de euros al año, lo que supone “el 10% o más de la cifra de negocio a nivel nacional”. Además, la región castellanoleonesa concentra “más de 3.000 empresas”, siendo “un sector muy potente en la industria manufacturera de Castilla y León”, que da trabajo a “cerca de 14.000 empleados, de los cuales unos 6.000 o 6.000 y pico están en la provincia de Salamanca”.
Tal y como explicaba Sancho, el convenio lleva caducado desde el pasado 1 de enero y, durante las reuniones que han venido manteniendo para renovar el acuerdo, “la patronal no nos hace ni caso, estamos asistiendo por asistir”. “Nosotros creemos que nos están tomando el pelo, y más teniendo en cuenta que el sector va como un tiro, a nivel de exportaciones, de beneficios…”, lamenta.
En la penúltima reunión “nos hicieron una propuesta irrisoria”, que fue rechazada por los sindicatos. Por su parte, “en la última reunión, la patronal ha mantenido la misma propuesta”. Así pues, “ante la actitud intransigente de la patronal, lo que hicimos los sindicatos negociadores del convenio fue levantarnos y dar un ultimátum, diciendo que, si no había una solución para arreglar el convenio, la primera semana de diciembre tenemos programadas huelgas en todos los centros de trabajo de España”.
Dentro de las reivindicaciones, Sancho apunta a “cuatro líneas rojas”, al tiempo que insiste en que, “creemos que son pretensiones justas, no nos estamos desmadrando”. La primera de ellas es la subida salarial, “no vamos a firmar nada que esté por debajo del 3%, y siempre con atrasos desde el 2024 y con una cláusula de revisión salarial que nos garantice el salario si hay cualquier desviación del IPC”, defiende.
Por otro lado, buscan una reducción de jornada “de mínimo 15 horas anuales”. “El Gobierno quiere reducir para el año que viene la jornada a 37,5 horas semanales. Mientras que llega esa bajada, nosotros queremos mínimo una bajada de 15 horas anuales y, en caso de llegar la jornada de 37,5 horas por parte del Gobierno, regularizarla dentro del convenio”, expone.
La tercera línea roja es la retribución de la nocturnidad. “En el sector cárnico, la nocturnidad se paga muy poquito, es la mitad o menos que en un convenio del metal o de químicas, y queremos que se incremente, porque es irrisoria”, señala el miembro de la mesa negociadora, recalcando que, “la noche la sufren todos los trabajadores igual”.
Finalmente, piden la modificación del Anexo nº5 del convenio, “que es ‘Absorción y compensación’, que sobre todo es para la mano de obra indirecta. Esto quiere decir que estos trabajadores, cuando cobran su salario, tienen dos conceptos, lo que es el propio salario y unas retribuciones que van por encima del convenio pactadas con la empresa. Lo que hacen las empresas es subir el salario conforme al convenio, pero bajan la retribución voluntaria. Por tanto, si la subida del convenio son 200 euros, lo suben en el primer concepto y lo restan en el segundo”, concluye.