La planta solar salmantina Villarino, el primer proyecto fotovoltaico de Iberdrola en Salamanca, ha obtenido el Sello de Excelencia en Sostenibilidad Unef que destaca su integración en el entorno y su respeto por la biodiversidad y las comunidades locales. Tras una auditoría independiente, este proyecto ha sido reconocido por sus buenas prácticas en sostenibilidad y economía circular.
Unef ha resaltado que esta instalación solar se encuentra integrada en el territorio en el que se sitúa, desde el respeto a la biodiversidad y a la ciudadanía. El Sello de Excelencia en Sostenibilidad fue creado por Unef en 2020 para difundir las buenas prácticas del sector fotovoltaico español, reforzando el compromiso del sector fotovoltaico nacional con una transición energética sostenible.
De esta manera, se convirtió así en la primera entidad en diseñar, a nivel mundial, un sistema propio para la certificación de la sostenibilidad de las instalaciones fotovoltaicas, dirigido a todas las empresas que puedan tener interés en obtenerlo, ya sean desarrolladoras, constructoras o propietarias.
“Como sector, siempre nos hemos impuesto el compromiso de hacer bien las cosas, porque creemos firmemente que nuestro futuro depende de la convivencia armónica entre nuestros proyectos, el territorio, su biodiversidad y las comunidades locales. No se trata solo de producir energía limpia, sino de crear un valor añadido que contribuya a la sostenibilidad y al bienestar de las personas y del entorno en el que operamos”, ha destacado José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica.
Sobre la planta fotovoltaica Villarino
Este proyecto fotovoltaico, situado en el municipio salmantino de Villarino de los Aires, tiene capacidad para producir 85.900 MWh/año de energía limpia, lo que equivale a suministrar energía a 27.000 hogares al año, evitando la emisión de 12.000 toneladas de CO2 anuales.
En los periodos punta de construcción, se han generado 250 puestos de trabajo de personal local y ha supuesto la contratación de varias empresas nacionales como Jema, Gonvarri, Eiffage, Elecnor, Sarpel, Faramax, Mesa e Ingeteam. Durante la construcción del proyecto, se han realizado distintas medidas medioambientales, tales como la creación de una pantalla vegetal en el entorno de la planta solar, instalación de cajas para fauna, la construcción de pasillos antiincendios y cuatro depósitos de agua para el apoyo a los equipos de extinción de incendios forestales y la realización de tratamientos silvícolas y repoblaciones forestales.
Iberdrola y Arbórea Intellbird, la tecnológica española creadora de Aracnocóptero y Antecursor I, han testado en esta planta solar de Villarino, el robot Antecursor II capaz de gestionar de manera remota y sostenible las plantas fotovoltaicas. Este novedoso robot opera de forma autónoma en cualquier lugar del mundo gracias a la cobertura satelital de la red ‘Starlink’ y lo hace funcionando únicamente con energía eléctrica renovable.
Modelo energético sostenible
Iberdrola está comprometida con un modelo energético sostenible en armonía con la naturaleza y las personas. Este modelo se sustenta en dos objetivos principales: lograr cero emisiones netas en todos los alcances antes de 2040 y tener un impacto neto positivo en la biodiversidad para 2030, según el Plan de Biodiversidad.
Recientemente, Iberdrola ha publicado su Informe de biodiversidad, que recoge su estrategia y las actuaciones realizadas durante los últimos 2 años, que suman más de 1.800.
La compañía además ha puesto en marcha el Programa Convive que incluye multitud de medidas para que las instalaciones renovables sean plenamente compatibles con la biodiversidad, la agricultura, la ganadería o incluso la apicultura. Por ejemplo, algunas instalaciones fotovoltaicas se han convertido en verdaderos refugios de biodiversidad, que han permitido incluso a especies amenazadas encontrar un espacio adecuado para vivir (Ej. libre de pesticidas y de perturbaciones).