Sergio Dalma no dejó de recibir piropos durante todo el concierto. Entre canción y canción se escuchaba: ¡Guapo! desde el auditorio. Y aplausos, muchos aplausos. Estaba todo vendido desde hacía tiempo y el artista de la voz desgarrada no defraudó a su público. No solo por lo bueno que es sobre el escenario, también por el gran corazón que demostró tener al pedir permiso porque iba a dedicarles el concierto a los damnificados por la Dana. No se olvidó de Valencia.
«Hemos tenido un objetivo este año con la gira, hacer sonreír a la gente y que a través de la música sobre lleven el día a día, que ya de por sí es complicado y en las últimas semanas, peor. A todos nos ha llegado muchísimo la gente que ha sufrido por la Dana. Con vuestro permiso, vamos a dedicar este concierto a toda esa gente que ha sufrido…», paró de hablar Sergio Dalma, porque los aplausos del auditorio sonaron muy fuerte.
Y, antes de proseguir el concierto dijo: «Ojalá la música sea un buen refugio para sobrellevar ese día a día».
Imagen. Pablo de la Peña.
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