La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2025 debería reflejar, como mínimo, el avance de la inflación.
“El mandato es uno, que no haya pérdida de poder adquisitivo y desde ahí que trabajen”, ha señalado Díaz tras la reunión de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional. En lo que va de año, la inflación media se sitúa en el entorno del 2,6%.
Además, aunque ha explicado que su intención pasa por que el nuevo SMI esté en vigor el 1 de enero, ha recordado que, en caso contrario, la subida se aplicará con carácter retroactivo a esa misma fecha.
“Detrás del salario mínimo no hay números, hay familias, hay rostros y hay infancia”, insistía la vicepresidenta, defendiendo que, “tenemos que ser europeos en materia salarial. Tener mejores salarios hace que la economía funcione mejor”.
Actualmente, tras la subida del 5% aplicada para este año 2024, el SMI se sitúa en 15.876 euros brutos anuales (1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas). Desde su creación en el año 1963, el sueldo mínimo ha experimentado 60 subidas.
