La exposición Horror vacui de Ramón Tormes despliega un universo de geometrías iridiscentes que exploran la interacción entre forma y color, guiándonos hacia una espiritualidad de lo tangible y se puede ver en la galería Luis Méndez hasta el hasta el 28 de febrero de 2025.
Su obra plantea una negación de la nada que no solo evita la ausencia, sino que procura convertir cada espacio de su pintura digital en un lugar fértil para el conocimiento y la conexión, donde cada línea y cada intersección revelan un sentido trascendental.
En la persistencia del mandala, Tormes fusiona vida y geometría en una síntesis que combina el rigor de la línea con el goce estético. Aquí, la forma no es mero ornamento; se convierte en una invitación a reflexionar, expandiendo tanto la mente como la memoria. Este enfoque lleva al espectador a un proceso de contemplación activa, en el que la belleza se enriquece con una dimensión de significados íntimos compartidos.
El recorrido expositivo propone una libertad creativa que inspira tanto una reflexión personal como un sentido de comunidad. Ramón nos enfrenta a la pregunta fundamental: ¿cómo percibimos el color en relación con el comportamiento humano? En su obra, la respuesta emerge en la pureza de las formas y en la búsqueda de una belleza esencial, que, a través de la combinación de arte, matemáticas y espiritualidad, conecta al espectador con lo sublime. Este viaje visual permite cultivar mente y esencia, sumergiéndonos en una danza de luz, patrones y sugerencias que invitan a reconsiderar la profundidad de nuestra propia percepción.
Como nota curiosa, una de las obras que presenta el artista salmantino es un pañuelo diseñado exclusivamente para esta exposición.
Por. Carlos Trigueros Mori.