Juan Manuel Corchado, rector de la Universidad de Salamanca, aparenta estar entero a pesar del chorreo que le está cayendo sobre su reputación académica. «A las cosas que hay que hacerles caso, se hace caso, y a las que no, no», dice antes de abordar sus planes de expansión de la Usal en los ámbito tecnológico y la enseñanza del español.
¿Cómo se encuentra?
Muy bien.
¿Sí?
Fenomenal.
¿En serio? ¿con la que le ha caído? ¿no nos miente?
(Risas) No.
Va camino de medio año como rector ¿Cómo pensó que serían estos primeros meses?
Tampoco tenía una perspectiva clara, pero la verdad es que me he encontrado con un equipo extraordinario trabajando y con un montón de posibilidades. Todo está saliendo según lo planificado.
Todo, todo…
Todo, todo.
¿Lo mediático también?
También. A las cosas que hay que hacerles caso, se hace caso, y a las que no, no.
¿Cómo queda la Universidad de Salamanca en este sentido?
La Universidad de Salamanca nunca ha tenido tantos estudiantes. Tenemos muchísimos matriculados y proyectos y un presupuesto que, estoy convencido, va a ser el mayor que hayamos tenido nunca. Todo va muy bien. Estamos en los rankings manteniendo la posición y, fíjate, el otro día nos llegó una noticia del Ministerio en el que se habían evaluado la capacidad de conseguir Fondos Europeos. Somos la segunda institución con más Fondos Europeos y con más retorno en Castilla y León creo que solo por detrás del centro tecnológico CARTIF. Somos la primera de las universidades. Tenemos muchos alumnos y hemos adquirido Adventia. O sea, todo bien.
¿En quién está confiando estos primeros meses?
La confianza en el equipo es absoluta. No solo son los vicerrectores, también todos los que trabajan con ellos y su gente. Puedo decir que estoy muy contento con los que tenían experiencia y también con la gente que no la tenía, porque se han puesto rápido las pilas y saben hacer su trabajo. Tienen todos mucha capacidad de colaboración y de interacción entre ellos. Todos están trabajando en la misma dirección. O sea, desde ese punto de vista, muy contento. Estamos trabajando muy bien con la Consejería y con la Junta de Castilla y León, con las administraciones locales y hemos tenido reuniones con el Gobierno central y la cosa va bien.
¿Han limado las asperezas en el Gobierno central?
No tengo ningún tipo de experiencia mala con el Gobierno.
¿Explíquenos cómo están las nuevas titulaciones de Cafyd, Veterinaria, Diseño gráfico, Inteligencia Artificial de la Salud, Ciencias del Dato e Inteligencia Artificial e Informática/Geoinformática?
Lo único que se ha aprobado definitivamente es Veterinaria, que está anunciada y nadie tiene ningún problema al respecto. Con respecto al resto de títulos que hemos propuesto, son títulos que queremos lanzar y que vamos a luchar por lanzarlos. Hay que trabajar en las propuestas para consensuarlas con el resto de rectores y con la Junta de Castilla y León. Entiendo que no va a haber ningún problema.
Durante ocho siglos, a la Universidad de Salamanca se le ha considerado como el motor de la ciudad, pero desde hace una década solo se habla de hostelería.
Yo creo que esa sensación la tienes tú, ¿eh? Creo que la percepción de la gente es que la Universidad está cambiando. Veo mucho ánimo entre los compañeros y fuera del ámbito académico. Hemos mantenido varios eventos en dos semanas con Empresa Familiar de Castilla y León y todos están súper animados con los planes que tiene la Universidad para impulsar nuestro tejido socioeconómico. Obviamente, para empujar la Universidad en todas sus vertientes, desde la docencia hasta la investigación, la transferencia de conocimiento, la cultura… Pero, también lo que puede aportar a la sociedad. Creo que todas las empresas que acudieron estaban contentas viendo los planes que tenemos para impulsar nuestra zona e incentivar con ellos proyectos de investigación que generan economía.
Explíquese.
Ahora la Universidad de Salamanca tiene cerca de mil personas contratadas en proyectos de investigación. Eso nunca había pasado. Es un momento de absoluto crecimiento en presupuesto, en personal y en proyectos.
Va por delante que cada vez somos más incrédulos, pero los proyectos que está presentando la Universidad no se están tomando en serio, parece que vende humo. Sáquenos del error.
¿Como cuáles?
Por ejemplo el Campus en MercaSalamanca o el Puerto Seco, aunque poco tienen que ver en esto último la Universidad.
No sé por qué tienes esa percepción del Puerto Seco. Es un plan en el que están el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, la Diputación y la Universidad y pocos planes han tenido un despliegue tan rápido. Solo tienes que ver las obras que se están haciendo allí, las naves que se están montando, si vas allí, lo ves. En MercaSalamanca todavía está por hacer.
¿Cree que se está enterando la población de Salamanca de estos megaproyectos?
Es un proyecto totalmente tangible. Sobre todo, es un proyecto para el desarrollo económico de Castilla y León. Dentro de ese proyecto tan amplio, la Universidad, está trabajando junto con el Ayuntamiento en el desarrollo de la Bioincubadora al lado del Campus Agroambiental, donde estamos desarrollando Facultad, con nuestros invernaderos y donde pronto va a empezar un edificio de la Diputación que va a poner a nuestro servicio para impulsar actividades de transferencia de conocimiento y al lado se está montando el Irnasa. Además de eso, está el proyecto del Alfoz para impulsar una gran infraestructura en Santa Marta de Tormes, que se va a licitar en breve. En el ámbito de MercaSalamanca hay una financiación muy importante para construir un gran edificio que va a derivar en nosotros. Pero hombre, estas cosas no se hacen de un día para otro.
Salamanca va a estar en el mapa de los lugares de referencia a nivel tecnológico.
Lo único que te puedo decir es que el presidente de la Junta de Castilla y León dijo que Salamanca en octubre había sido la que más cotizantes a la Seguridad Social tenía en tecnología y la Fundación Cotec ha dicho que Salamanca es la provincia que más ha crecido en empleo tecnológico en el Noroeste de España en la última década.
¿Dónde están asentadas las empresas?
El Parque Científico está casi lleno, al igual que la Incubadora. Hay un montón de proyectos esperando a que se cree la nueva Bioincubadora y tenemos más gente que nunca trabajando en informática en empresas como Everis, Indra, ViewNext y otras muchas que acaban de llegar de Madrid y tienen más de un centenar de trabajadores. Incluso las locales están creciendo. No hay mano de obra. Y, en paralelo, pues si crece el turismo y el sector de la hostelería, pues bienvenido sea. Creo que el que no lo vea, es porque está mirando en dirección contraria o no lo quiere ver.
La inteligencia artificial (IA) avanza casi cada día. Pongamos una fecha. ¿Qué veremos dentro de seis meses?
Va en una dirección a partir de la tecnología desarrollada con la nueva generación de Transformers, con lo que está saliendo ahora de aprendizaje multimodal y con la gran cantidad de máquinas que se están adquiriendo, incluso en Castilla y León que tenemos el segundo centro de cálculo más grande de España, Scayle -Supercomputación Castilla y León-, en León, que está al servicio de todas las universidades y empresas de Castilla y León, también de España pero, sobre todo, de nosotros. Es una central de conocimiento y de posible generación de conocimiento, ya que tiene una granja de ordenadores impresionante. Todos nos vamos a beneficiar. En ese aspecto, creo que en estos meses vamos a empezar a ver la aparición de herramientas que nos van a dar servicios que hasta ahora eran impensables o muy difíciles de desarrollar y a los que el acceso era muy complicado.
¿La sociedad lo va a ver?
Creo que vamos a empezar a convivir con el desarrollo de nuevos algoritmos, que no van a llegar a la sociedad, pero en paralelo se van a crear servicios y productos que sí que van a empezar a llegar a la sociedad y que va a ser de forma más decidida.
Por ejemplo.
En Salamanca, todo lo que desde el CIE, Centro Internacional del Español, vamos a poner con el Proyecto Estratégico (PERTE) a disposición de la economía de la lengua, y que va a ser extraordinario. También lo que desarrollemos gracias a esta IA generativa con la Cátedra de Inteligencia Artificial y Reto Demográfico van a ser herramientas que se van a empezar a poner a disposición de la sociedad para generar, impulsar, el desarrollo de negocios y de esa actividad en el mundo entero y, en especial, en las zonas más despobladas.
Teniendo en cuenta el clima bélico y un tanto extremista que se vive en la actualidad. ¿Qué se podría plantear desde la Universidad para que sea un referente de sabios?
Nosotros como Universidad tenemos un papel ciertamente limitado, pero desde luego podemos intentar influir con nuestro conocimiento, con toda la parte de divulgación científica y en lo que se refiere a limar asperezas, en facilitar el diálogo y en impulsar proyectos de colaboración para que se refleje la situación real. Pero, hay que ser sinceros y es muy difícil que desde una Universidad como la nuestra y desde otras universidades podamos influir.
¿En serio que no se puede hacer nada?
Lo que sí está claro es que sería muy bueno generar esta cultura de cara al futuro para nuestros jóvenes. Debemos impregnarlos de sensatez y advertirlos de los riesgos que tienen las guerras en las que todo el mundo pierde. No hay nunca un ganador. Desde ese punto de vista, creo que en la Universidad se están desarrollando debates internos. Hay activismo, recordemos los chicos que hemos tenido aquí defendiendo la causa palestina y cada uno desde su punto de vista hace lo que puede.
Y cómo se plantean desde la universidad el cambio climático donde hay muchísimo negacionismo…
¿Mucho negacionismo? No sé por qué dices mucho negacionismo. Creo que todo el mundo está muy concienciado con los efectos del cambio climático.
¿Eso cree?
No tengo un conocimiento global, pero de mi entorno, con los que yo hablo y la gente que se ha acercado a mí, casi todo el mundo lo tiene claro y todos hacemos lo que podemos.
En este sentido, ¿qué está haciendo la Universidad?
La Universidad impulsa proyectos para ser más autosuficientes energéticamente con los desarrollos que estamos haciendo de placas solares, con cambio de instalaciones a LED para reducir el coste energético. Eso nos está haciendo reducir nuestra huella de carbono. Obviamente, tenemos en mente impulsar la modernización de nuestros campus, hacerlos más sostenibles. Eso pasa por impulsar las zonas verdes en la medida de lo posible también.