Javier Sanz, toda una vida dedicada al deporte. Natural de Toro (Zamora), a la edad de cinco años se afinca en Salamanca y aquí sigue. Lleva el nombre de Salamanca allá donde ve y en el mundo del yudo y el jiu jitsu es un referente de gran prestigio a nivel nacional e internacional. Acaba de recibir el octavo dan en jiu jitsu en Las Palmas.
Su trayectoria arranca en 1970 comienza su trayectoria en el mundo del Judo, en el gimnasio Altemima, segundo gimnasio de la ciudad. Saca su primer cinturón negro de judo en 1977. Desarrolla su periodo de competición en diferentes categorías infantil y cadete y con 18 años primer dan de judo en Madrid.
Es aquí, cuando obtiene su primera titulación de monitor de judo en San Sebastián. Dos años después segundo consigue un dan de judo en 1979 y titulación de entrenador regional en Talavera de la Reina. En 1982, su tercer dan de judo y máxima titulación, entrenador nacional de judo.
Así, puede firmar de manera autónoma hasta cinturón marrón de judo y jiu jitsu y, a su vez formar parte de tribunales de examen para cinturones negros de ambas disciplinas.
Posteriormente, en los tiempos reglamentarios obtiene cuarto, quinto, sexto dan de judo (cinturón rojo y blanco) obtenido este último con recompensa en pamplona en 2023.
En jiu jitsu la Federación Española de Judo ofrece la oportunidad a los titulados en judo de homologar el grado de judo en la categoría de jiu jitsu en el año 1979. A partir de ese momento obtiene los grados de segundo, tercero y cuarto dan de jiu jitsu y la Federación Española le propone en 1988 para ser el director nacional de esta disciplina, grado que ostenta. Además, se marca como objetivo conseguir la modernización del jiu jitsu en España y la introducción de los sistemas de competición de esta disciplina en el ámbito nacional e internacional haciéndose también responsable de la divulgación de este mismo deporte en países como Argentina, Uruguay, Portugal e Italia.
Todo ello dentro de los programas de colaboración que la Federación Nacional de Judo mantiene en sus protocolos con diferentes países de ámbito internacional. Siendo además miembro de honor de las federaciones Argentina y Uruguaya de jiu jitsu.
Durante 14 años asume el cargo y responsabilidad de esa promoción, elevando a España a encontrarse entre los 5 primeros países a nivel de resultados y éxitos deportivos, de tal manera q los equipos nacionales de jiu jitsu dirigidos en la época correspondiente, España obtuvo primeros puestos en campeonatos del mundo, europeos y mundiales (world games) celebrados en Helsinki (lathi) y Japón (akita).
Además de disponer de titulaciones en el ámbito de arbitraje, judo arbitro nacional y en jiu jitus categoría superior de arbitro mundial. Todo esta labor de arbitraje en la Federación Española la desarrolla durante 14 años (1988 a 2005).
Su etapa directiva en la Federación Española se complementa con su época que ha coincidido con otras responsabilidades de carácter autonómico en Castilla y León y dirección técnica de los equipos cadetes de la misma comunidad.
Finalizada su etapa técnica obtiene sexto y séptimo dan y recientemente octavo dan de jiu jitsu, cumpliendo los requisitos del reglamento oficial de recompensas de la Federación Española, tras la espera de 11 años, desde 2011 y hasta la actualidad y al superar la edad de 60 años.
En el ámbito organizador, ha organizado campeonatos de España, europeos (en Salamanca 1990 y 1991), múltiples congresos nacionales y otro tipo de eventos, siempre con el lema de promoción y la divulgación de jiu jitsu tradicional.
De manera paralela y ya al margen de la actividades tecnicondeportiva, responsabilidades empresariales como director del Gimnasio Kata 1979 hasta la actualidad (46 años), presidente de la asociación de instalaciones deportivas de nuestra ciudad durante más de 15 años, así como responsable de la Federación Autonómica de Castilla y León de instalaciones deportivas.
«Javier, además de su espíritu de lucha y superación, tiene una de las mayores cualidades, es buena persona y amigo de sus amigos», asegura Chenche Martín Galeano.