Universitarios salmantinos arriman el hombro en Valencia

Trabajaron como voluntarios en las localidades valencias de Catarroja y Paiporta
Universitarios salmantinos de la residencia Campus Bravo de Salamanca, en Valencia.

Universitarios salmantinos acudieron a Valencia del 22 al 24 de noviembre para embarcarse en una misión solidaria con los damnificados por la Dana en Valencia.

Un grupo de voluntarios de la residencia Campus Bravo de Salamanca ofreció su ayuda a las víctimas de las inundaciones que han azotado la región. Gracias al apoyo incondicional de varias empresas y entidades, este viaje se hizo posible, demostrando la fuerza de la colaboración entre organizaciones y la generosidad de los ciudadanos ante las adversidades.

El viaje arrancó el viernes 22 de noviembre, a la 1.00 horas desde Salamanca rumbo a Valencia, con la firme voluntad de ayudar. A las 9.00 horas llegaron al albergue, donde recibieron hospitalidad y su apoyo logístico. Con energías renovadas, emprendieron las dos primeras misiones.

Universitarios salmantinos de la residencia Campus Bravo de Salamanca, en Valencia.

Un grupo de 10 voluntarios se trasladó a Paiporta, donde trabajaron en una nave industrial que había sido gravemente afectada. La familia propietaria lo había perdido todo, y los voluntarios ayudaron a separar y limpiar el material que aún se podía salvar. Después de terminar allí, los voluntarios se dirigieron por las calles de Paiporta para prestar ayuda a otros vecinos que también se encontraban en una situación crítica.

El segundo grupo, compuesto por 30 personas, se dirigió a Catarroja, donde tuvieron la suerte de contar con la colaboración del Ayuntamiento, que les brindó su ayuda y hospitalidad en todo momento. Este grupo trabajó en el puerto de Catarroja, en la albufera, realizando una importante labor medioambiental: separaron los plásticos de las cañas arrastradas por el agua. Tras terminar esta tarea, el Ejército, que nos brindó apoyo logístico y material en todo momento, nos escoltó hasta el punto de lanzamiento del autobús para regresar a Valencia y concluir la misión de ese día.

Universitarios salmantinos de la residencia Campus Bravo de Salamanca, en Valencia.

El sábado, los voluntarios de Paiporta continuaron con la misma misión hasta finalizarla, ayudando a la familia afectada a recuperar todo lo que fuera posible. Mientras tanto, el grupo de Catarroja se enfrentó a una nueva tarea: la extracción de lodo de los garajes. Durante este día, tuvimos la oportunidad de ver de cerca la magnitud de la catástrofe que había devastado a la ciudad y, con ello, la gran necesidad de apoyo para poder seguir adelante.

«Agradecemos especialmente a los vecinos de Catarroja, al Ayuntamiento y a los dos militares que nos acompañaron durante todo el proceso, quienes garantizaron nuestra seguridad y bienestar en todo momento, así como el acceso a los materiales adecuados para realizar nuestro trabajo de forma eficaz», comparten los voluntarios salmantinos

El sábado por la noche, se dirigieron a otros puntos donde se necesitaba nuestra ayuda, como en garajes y trasteros que habían sido inundados. Después de 10 horas de voluntariado, emprendimos el regreso a Valencia, conscientes de la magnitud del desastre y de la importancia de seguir colaborando para ayudar a la comunidad.

Reconocen que este viaje ha sido una experiencia enriquecedora, que ha permitido a todos los voluntarios de la residencia Campus Bravo ser parte de una labor solidaria que, sin duda, hará una diferencia en las vidas de muchas personas.

Universitarios salmantinos de la residencia Campus Bravo de Salamanca, en Valencia.

Agradecen a las empresas que han colaborado de manera desinteresada para hacer realidad este proyecto. «Agradecemos profundamente a Publichan, una empresa local que se encargó de personalizar los chalecos de los voluntarios para que todos pudiéramos identificarnos entre nosotros y con la comunidad de Valencia. También a la empresa de autobuses Viagon, que ha sido clave para el transporte, donando parte del coste del viaje y facilitando que los voluntarios pudieran desplazarse cómodamente hasta su destino», puntualizan.

Su gratitud se extiende a varias empresas amigas de la residencia Campus Bravo, como Sodexo, que donó guantes para que nuestros voluntarios pudieran realizar su labor de manera segura, y Acciona, que proporcionó los Equipos de Protección Individual (EPIs) necesarios para acceder a las zonas más afectadas. Además, Deterclean contribuyó con gel hidroalcohólico para la higiene y seguridad de los participantes durante todo el voluntariado. Sin el apoyo de estas empresas, este viaje solidario no habría sido posible.

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