Notre Dame abre de nuevo sus puertas para que el mundo entero vea que el símbolo de París renace de sus cenizas con brillo, poderío y con la cicatriz curada después de cinco años de un trabajo perfecto.
La renovación de uno de los monumentos más visitados del mundo ha costado 700 M€ y en su restauración han participado más de 2.000 trabajadores.
El devastador incendio que mostró los cimientos de Notre Dame ocurrió el 15 de abril de 2018. Las imágenes donde la catedral se convertía en ceniza sin poder hacer nada dieron la vuelta al mundo. Ese día comenzó lo que ahora se puede ver. Un templo del siglo XII, patrimonio de la Humanidad, que ha tomado prestados los adelantos del siglo XXI para lucir con el mismo lustre.
El fuego se llevó por delante el tejado y la estructura de madera que se ideó en el Gótico. Además, las llamas hicieron mella en los rosetones, una de las emblemáticas torres y las naves trasversales. Sin olvidar, que el incendio hizo caer la aguja central que databa del siglo XIX.
La Unión Europea, el Gobierno Francés y centenares de artesanos y empresas han participado en la reconstrucción de Notre Dame con donaciones masivas del mundo entero. La cifra alcanzada es de 840 M€, que han llegado de más de 150 países.