La USAL formará a los ciudadanos en Inteligencia Artificial

La nueva microcredencial, abierta a personas de 25 a 64 años, se presentó en la jornada sobre IA y empresa celebrada en El Tormes
Un momento del encuentro “Inteligencia Artificial y la Empresa”, en el centro comercial El Tormes.

La Inteligencia Artficial (IA) sigue abriéndose pasos también en Salamanca. Este se ha celebrado el encuentro empresarial “Inteligencia Artificial y la Empresa” en el centro comercial El Tormes, organizado por la Fundación General de la Universidad de Salamanca (USAL), en colaboración con la Cámara de Comercio. Su objetivo, obtener soluciones que hagan más fácil la integración de estas tecnologías en el día a día de las empresas charras.

Para hacer más sencilla esta transición, la USAL cree en la formación de la ciudadanía en este campo. Por ello, presentó la microcredencial sobre “IA Aplicada”, concebida para ayudar a las empresas a iniciar este impulso y para mejorar la empleabilidad. Se trata de una capacitación subvencionada por la Unión Europea (por lo que el precio de la matrícula es reducido), y estará abierta para personas de entre 25 y 64 años, sin necesidad de titulación universitaria ni conocimientos técnicos, durante el primer cuatrimestre de 2025.

Las microcredenciales son cursos de corta duración, incluidos en la oferta de formación permanente, dirigidos a mejorar la empleabilidad y la recualificación profesional, que estarán incluidos en la oferta formativa de la USAL a partir del año próximo.

Respecto a los debates llevados a cabo en El Tormes, el análisis de la situación puso sobre la mesa sobre la mesa el actual temor de la sociedad a la posible destrucción de empleo que conllevar la IA. A este respecto, los expertos participantes en la jornada insistieron en que estos avances no van a significar pérdida directa de puestos de trabajo, sino posibilidades de crecer y amentar la productividad, teniendo en cuenta, eso sí, que ciertos empleos experimentarían una reconversión para ajustarse a la nueva realidad.

El ahorro de tiempo o la optimización de los datos son otras de las ventajas que se espera obtener gracias a la IA. Pero el factor humano y la emoción se siguen considerando como un valor añadido irremplazable.

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