Firmas para controlar el ruido en Salamanca

La plataforma Salamanca Contra el Ruido, donde están integradas, asociación Vecinal Bretón, Salmantinos contra el Ruido, Juristas contra el Ruido y vecinos afectados por el ruido, ha recogido cientos de firmas de ciudadanos de la solicitud de que se incluyan en la segunda revisión del Mapa Estratégico del Ruido (MER), llevada a cabo por el Ayuntamiento de Salamanca, los aspectos ya solicitados en la Primera Revisión y no incorporados al MER:

1. La inclusión del ruido del ocio y de las actividades de terrazas en el Mapa del Ruido.

2. La creación de un consejo municipal encargado de abordar los problemas derivados del Ruido.

3. La Inspección de los establecimientos de ocio denunciados y la ejecución de los expedientes sancionadores y medidas correctoras con eficiencia y celeridad.

4. El establecimiento de una red de vigilancia de la contaminación acústica formada por estaciones permanentes distribuidas por las ZPAE y otras zonas de ocio como la calle Zamora, que registren los niveles sonoros ambientales las 24 horas de los 365 días del año, sean publicadas a diario en la web municipal.

5. Declaración de Zonas Acústicas Saturadas/Zonas de Protección Acústica Especial y elaboración de un Plan Zonal Específico en las zonas de ocio, con establecimiento de medidas destinadas a mejorar progresivamente las condiciones acústicas.

6. Vigilancia policial en las ZPAE, sobre todo, en horario nocturno.

7. Limitación del horario de terrazas en las ZPAE hasta las 00:00 horas, incluida recogida, de viernes a domingo y festivos.

8. Desarrollo de campañas de sensibilización por un ocio nocturno responsable y de concienciación sobre el problema del ruido y los daños a la salud en general y auditiva en particular.

La contaminación acústica y la exposición al ruido vulneran derechos constitucionales tales como el derecho a la salud, a la integridad física y moral, a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio, así como el derecho a un medioambiente saludable y a una vivienda digna, libre de inmisiones acústicas. Por ello, la emisión de ruidos y vibraciones que superen los límites permitidos puede ser constitutivos de delito medioambiental.

«El exceso de ruido en Salamanca, especialmente el derivado del ocio diurno y nocturno, condiciona el desarrollo de la vida en zonas de la ciudad declaradas zonas de Protección Acústica Especial por la Ordenanza Municipal para la Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones», señalan desde la plataforma.

La concentración de bares y discotecas en áreas residenciales del casco histórico y centro de esta ciudad ha dado lugar en las últimas décadas a una contaminación acústica creciente, derivada de las aglomeraciones en torno a las puertas de estos establecimientos, a la ampliación del espacio destinado a terrazas, a la incesante sucesión de eventos diversos, así como a la ampliación de los horarios permitidos a estas actividades. Todo lo cual imposibilita la vida diaria y el descanso de los vecinos.