La auditoría realizada por el Ministerio de Transportes, dirigido por Óscar Puente, concluye que no se encontraron irregularidades en los contratos públicos denunciados por el comisionista Víctor de Aldama durante la gestión de José Luis Ábalos al frente del Ministerio. Aldama llegó a señalar los contratos en los que se habían cobrado comisiones a los adjudicatarios, algo que ahora se ha quedado en una más de sus acusaciones sin fundamento.
El informe, desvelado por El País, indica que de los 39 proyectos de carreteras analizados, en solo 21 casos se licitaron los contratos, y en 15 de esos 21 casos, los contratos fueron adjudicados por los predecesores de Ábalos, tanto del Partido Popular como del PSOE.
En conclusión, la auditoría no halló evidencia de actuaciones irregulares en la tramitación y gestión de dichos expedientes. El informe de auditoría señala que no se detalla la gestión de los contratos modificados, ya que eso se encuentra en los expedientes completos disponibles.
Además, aborda las imprecisiones del documento de denuncia presentado por Víctor de Aldama, quien afirma que los contratos estaban predeterminados a cambio de comisiones. En ese contexto, según su versión, suscribió un contrato con el exministro Ábalos para traspasarle la propiedad de un piso de lujo en el Paseo de la Castellana, valorado en casi dos millones de euros como garantía si no se pagaban las mordidas.
Los funcionarios de Transportes explican que los elementos subrayados en rosa no son obras a licitar, sino herramientas para organizar el anexo, mientras que los subrayados en verde sí corresponden a proyectos en curso o planificados para futuras licitaciones. Aldama declaró que los proyectos subrayados en rosa y verde eran los preadjudicados a cambio de comisiones.